Avanza Censo 2020 del Inegi en medio de la inseguridad de Oaxaca

Desde que inició el Censo 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) la semana pasada, en la entidad suman tres casos donde el personal de esta dependencia ha sido víctima de la inseguridad.

En el primer día de arranque del Censo en Oaxaca, habitantes de Santa María Colotepec se apoderaron de las oficinas del INEGI en la Colonia Reforma, donde mantuvieron retenidos por 12 horas a los trabajadores, entre hombres y mujeres.

La protesta fue para exigir que el Conteo de este 2020 no deje fuera a nueve colonias de este municipio, como supuestamente sucedió en el Conteo de 2010.

Días después, en la colonia Volcanes, un encuestador del INEGI fue asaltado de manera violenta, videograbado por una cámara de vigilancia de la zona, y con la cual se dio a conocer el momento de la agresión y el rostro de los delincuentes.

Una tercera agresión se dio este lunes contra un encuestador en Juchitán de Zaragoza, que recibió dos balazos en el tórax cuando se encontraba en la colonia Magisterio Democrático, donde realizaría el Censo 2020.

El hombre, según los primeros reportes, fue trasladado al Hospital Civil de Juchitán, donde el personal médico reportó su estado de salud como estable.

Algunos de los encuestadores lamentaron la inseguridad que prevalece en la entidad, donde no hay garantías para poder realizar su trabajo, sobre todo en zonas del Istmo de Tehuantepec, Cuenca y Valles Centrales.

El Censo de Población y Vivienda 2020 inició el lunes 2 de marzo y finalizará el 27, cuyo objetivo principal es producir la cuenta de la población residente del país, así como la información sobre su estructura y principales características socioeconómicas y culturales, además de su distribución en el territorio nacional.

Del mismo modo, tiene como objetivo obtener la cuenta del total de viviendas y sus características, sin perder, en la medida de lo posible, la comparabilidad histórica a nivel nacional e internacional.

La publicación de resultados será a solo siete meses y medio de concluir el levantamiento, que representaría el menor tiempo en la historia de los censos en México.