Conoce el sexting, práctica que pone en peligro tu intimidad

La práctica conocida como Sexting o violencia digital, se ha convertido en un verdadero riesgo para los menores de edad y adolescentes, quienes con frecuencia son sorprendidos por pedófilos que lucran con las imágenes que se exponen en la red.

Elizabeth Zenelly Monterrubio Vásquez, psicóloga Especialista en Adolescentes del Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF), de Atención a Mujeres en Situación de Violencia de Género, advirtió sobre sus efectos negativos.

“El sex es relacionado a lo sexual, ting quiere decir que son textos e imágenes, entonces es la violencia que se genera mediante mensajes de texto y fotografías. Los menores de edad, adolescentes y jóvenes se comunican a través de las redes sociales o en grupos donde buscan parejas”.

“Acuerdan chatear y antes de conocerse se pasan el famoso pack, atraviesan lo que es la intimidad de la persona, ya sean hombres o mujeres, y es en ese momento cuando empieza el problema”.

Señaló que esta práctica está de moda y está siendo utilizado por pedófilos que se hacen pasar por hombres y mujeres para después lucrar con las imágenes de sus víctimas. “Hay plataformas donde se utilizan fotos de mujeres, pero detrás de esas fotos están pedófilos y gente que vende los cuerpos mediante los packs”.

En otras situaciones estos delincuentes cibernéticos utilizan las fotografías para extorsionar a los menores de edad, “amenazan con difundirlas y cuando las víctimas se sienten vulnerables les piden las tarjetas bancarias de sus padres ya sea para exigir dinero o para realizar compras por vía digital”.

Al exponer la temática “Sexting, qué es y cómo prevenir sus efectos negativos en adolescentes”, Monterrubio Vásquez, detalló que esta práctica también la utilizan las exparejas o amigos de los adolescentes.

“Se debe tener mucho cuidado en quién o quiénes les damos nuestra confianza, ya que esto ha generado muchos riesgos como tendencias suicidas en los adolescentes, muchas o muchos ya no quieren asistir a la escuela y la única salida que encuentran es solicitar sus bajas definitivas, otras llegan a tener problemas graves de autoestima porque son juzgadas ente una sociedad que la critican desde sus físicos”.

Por ello, la especialista destacó que el objetivo de estas pláticas es “dar a conocer que la violencia digital tiene consecuencias negativas, puede provocar depresión, alterar los trastornos del sueño, trastornos alimenticios o incluso puede generar un suicidio”, apuntó.

Víctimas de la pornovenganza

A Gabriela le cayó el infierno en segundos; le apareció de pronto, en las palabras de un amigo: “Oye, ¿qué onda con lo que está en Twitter? ¡Abre rápido tu cuenta!”. Eran las 11 de la noche y el mensaje la desconcertó, ella esperaba los resultados de un concurso para saber si había ganado los boletos de un concierto.

Sin embargo, apenas ingresó a su cuenta reconoció un video de ella teniendo sexo con un exnovio. Habían filtrado la grabación.

“No sé quién fue. Tengo la sospecha de que fue la pareja de mi exnovio, ella era muy celosa. Lo digo porque yo nunca tuve un problema grave con él en nuestra relación ni cuando terminamos, incluso lo conocía desde hace tiempo», explica Gabriela, dos años después del hecho.

Ella fue víctima de pornovenganza. Nélida Padilla, doctora en psicología, indica la importancia de diferenciar entre sexting y pornovenganza; el primer término se refiere al intercambio de contenido sexual entre dos personas con el consentimiento de ambos, mientras que la segunda palabra describe la difusión de imágenes eróticas en plataformas digitales contra la voluntad de una persona.

Gabriela comenta que en su momento decidió grabar el video porque le tenía confianza a su pareja: “También lo haces por amor. Es una forma de seguir conectada con esa persona porque te atrae. No lo haces por morbo”.

“Es la actual prueba de amor. Si envías un video de tu cuerpo desnudo entonces quiere decir que amas a tu pareja”, explica Trixia Valle, quien ha trabajado de cerca con víctimas de la pornovenganza.