El 9 de febrero, el gremio veterinario mexicano sufrió una tragedia que ha conmocionado tanto a la comunidad médica como a la sociedad en general. Héctor Hernández Cañas, un médico veterinario de Tultepec, Estado de México, fue asesinado de manera violenta, presuntamente en represalia por no haber podido salvar la vida de una perrita de raza Yorkshire Terrier. La situación desató una ola de indignación que este martes se materializó en movilizaciones en varias partes del país, incluida la ciudad de Oaxaca.
En la capital oaxaqueña, médicos veterinarios se congregaron en la emblemática Fuente de las Ocho Regiones, como parte de la manifestación nacional para exigir justicia en el caso de Hernández Cañas. Con pancartas y consignas en mano, los profesionales de la salud animal alzaron la voz, condenando tanto el crimen como la violencia hacia su gremio.
EL CASO QUE DESATÓ LA INDIGNACIÓN
El caso de Hernández Cañas comenzó el pasado 22 de enero cuando atendió a la perrita Mia, quien había ingerido un hueso que quedó atorado en su esófago. Después de una intervención exitosa, el veterinario logró extraer el objeto que obstruía su organismo. Sin embargo, la perra sufrió complicaciones durante su recuperación. Lo que llevó a los tutores del animal a dudar sobre el tratamiento y a buscar un segundo diagnóstico.
El hecho ocurrió en un contexto donde el diagnóstico y tratamiento de Hernández Cañas fueron considerados correctos, pero la demora en la operación y el hecho de que un menor de edad quedó a cargo de la recuperación de la mascota, generó tensiones. Los dueños de Mia, molestos por la muerte de la perrita, iniciaron una campaña de desprestigio en redes sociales contra el veterinario. Llegando incluso a amenazarlo.
ATAQUES, AMENAZAS Y ASESINATO
Previo a su asesinato, Héctor Hernández Cañas había denunciado en sus redes sociales las amenazas que estaba recibiendo. Mostrando incluso una publicación donde exhibía que fue atacado con un arma blanca. La situación escaló a un nivel fatal cuando, el 9 de febrero, Hernández Cañas fue hallado muerto en el municipio de Tultepec, apuñalado. Lo que presuntamente estaría vinculado con la controversia sobre el tratamiento de la perra.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) abrió una carpeta de investigación para esclarecer el asesinato. Mientras tanto, la comunidad veterinaria exige respuestas. En las calles de Oaxaca, decenas médicos veterinarios se sumaron al llamado de justicia, no solo por la muerte de Hernández Cañas, sino también para visibilizar el creciente riesgo que enfrentan los profesionales de la salud animal debido a las agresiones físicas y digitales.
UNA MANIFESTACIÓN QUE TRASCIENDE FRONTERAS
La protesta que se llevó a cabo en Oaxaca fue una de las muchas que se registraron a nivel nacional. Desde la Ciudad de México hasta Querétaro, San Luis Potosí, Chiapas, Hidalgo, y Aguascalientes, médicos veterinarios se unieron para exigir la sanción de aquellos responsables de esta tragedia. Así como una reforma legislativa que permita proteger mejor a los profesionales en salud animal.
En la capital del país, la manifestación comenzó a las 10:00 horas en las inmediaciones del Palacio de Bellas Artes. Desde donde los manifestantes marcharon hacia el Congreso de la Unión y el Senado de la República. En esta movilización, una comitiva entregó un documento en el que exigen que se establezcan sanciones penales y civiles contra quienes difamen o agredan a los veterinarios. Además de la inclusión de sanciones por acoso digital hacia estos profesionales dentro del Código Penal.
LA PETICIÓN DE LA COMUNIDAD VETERINARIA
La principal demanda del gremio veterinario es el respeto a sus derechos y garantías individuales. Así como la implementación de medidas más estrictas para que los agresores sean procesados y sancionados de acuerdo con la ley. Además, los manifestantes exigen que se tomen acciones claras para evitar futuras agresiones y proteger la integridad de los médicos veterinarios.
UN LLAMADO DE ATENCIÓN A LA SOCIEDAD
La muerte de Héctor Hernández Cañas es solo un ejemplo de cómo la violencia y el desconocimiento de las funciones de los médicos veterinarios pueden desencadenar consecuencias trágicas. El gremio veterinario, que desempeña un papel crucial en el bienestar de los animales y, por ende, en la salud pública, enfrenta cada vez más agresiones tanto físicas como verbales. Lo que pone en evidencia la necesidad urgente de un marco legal que los proteja.
A través de esta movilización nacional, los médicos veterinarios en Oaxaca y en todo México se han levantado para exigir justicia y exigir que su trabajo sea respetado y valorado. Sin caer en la violencia ni el desprestigio que lamentablemente algunos han querido sembrar.
Finalmente, la manifestación continúa en la capital y en todo el país. Mientras tanto, la búsqueda de justicia por el asesinato de Hernández Cañas sigue siendo un objetivo central para el gremio veterinario.