La situación en la colonia Vicente Guerrero 200, ubicada en la zona Diamante del puerto de Acapulco, es crítica tras las devastadoras inundaciones causadas por el huracán John. A pesar de los esfuerzos de los gobiernos estatal y federal, los vecinos han expresado su desesperación y han tomado la decisión de organizarse para proteger lo poco que les queda de su patrimonio ante la creciente preocupación por posibles actos de rapiña.
Berenice Mendoza, presidenta del comité de condominios de la colonia, compartió su angustia en declaraciones a los medios. Desde la madrugada del 27 de septiembre, Mendoza y otros residentes han solicitado ayuda, pero lamentan que hasta el momento no han recibido la presencia de fuerzas de seguridad para garantizar el orden en la zona. “Salí de mi casa completamente inundada, con agua que alcanzó más de un metro y medio de altura. Muchos adultos mayores no pudieron evacuar a tiempo,” explicó Mendoza.
VIGILANCIA Y AUTODEFENSA
La situación de incertidumbre ha llevado a los habitantes a formar un grupo de vigilancia compuesto por adultos y jóvenes de la colonia. Este grupo se encargará de patrullar tanto la entrada como las calles internas de la unidad, con el fin de prevenir robos. Mendoza enfatizó: “Nos vamos a armar. No nos interesa qué suceda; protegeremos nuestro patrimonio, aunque tengamos que enfrentarnos a quienes intenten robarnos.”
La alarma se encendió cuando los vecinos comenzaron a observar movimientos sospechosos en la zona.
“Nos están avisando que hay una lancha que viene de San Pedro las playas, haciendo recorridos. Creemos que podrían volver durante la noche a robar,” advirtió la presidenta del comité.
REANUDACIÓN DE ACTIVIDADES Y DESAPARECIDOS
Mientras los vecinos se organizan, la reactivación de servicios en Acapulco comienza a dar un respiro a los ciudadanos. Tras el cierre de sucursales bancarias y centros comerciales, lugares como Plaza Patio Acapulco y Multiplaza Las Palmas han retomado sus actividades, aunque con largas filas para acceder a los cajeros automáticos.
Sin embargo, la falta de comunicación ha llevado a un aumento en los reportes de personas desaparecidas. Según datos de LOCATEL, hasta el 28 de septiembre se han recibido 241 reportes, y 1,619 personas aún no han sido localizadas. De estas, 1,218 son adultos, 115 adultos mayores, 192 son niños y adolescentes, y 27 son bebés. Hasta el momento, se han podido localizar a 335 personas.
Finalmente, la comunidad de Vicente Guerrero 200 enfrenta no solo la devastación causada por el huracán, sino también el temor a la delincuencia en un contexto de vulnerabilidad. Mientras los esfuerzos de rescate y recuperación continúan, los vecinos han decidido no esperar más y han tomado la iniciativa de proteger su hogar y su futuro. En un escenario donde la ayuda parece lejana, la determinación de los residentes de armarse para salvaguardar lo que les queda refleja la angustia y la desesperación que muchos sienten en estos momentos críticos.
