Con el inicio oficial de la Temporada de Huracanes 2025, México se prepara para enfrentar meses de intensa actividad meteorológica, según informes de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El arranque se dio el 15 de mayo en el Océano Pacífico, mientras que en el Océano Atlántico comenzará el 1 de junio. La temporada concluirá el 30 de noviembre, aunque los meses críticos serán junio, agosto y septiembre.
De acuerdo con los pronósticos, el panorama es más severo que en años anteriores: se esperan entre 16 y 20 ciclones tropicales en el Pacífico, y de 13 a 17 en el Atlántico, cifras que superan los promedios históricos. Este incremento en la actividad está relacionado con la fase neutra del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENOS), que puede intensificar las lluvias y generar condiciones más propensas a inundaciones y deslaves.
ESTADOS EN MAYOR RIESGO: COSTAS MEXICANAS EN ALERTA
Los ciclones tropicales no afectan por igual a todo el país. Las regiones costeras, tanto del Pacífico como del Atlántico, son las más vulnerables. En particular, hay ocho estados identificados como zonas de mayor riesgo, debido a su exposición histórica y ubicación geográfica.
PACÍFICO
- Baja California Sur
- Sinaloa
- Guerrero
- Oaxaca
Estos estados han enfrentado huracanes devastadores en años recientes, como el caso de Otis en 2023, que escaló de manera sorpresiva a categoría 5 en menos de 12 horas, dejando estragos profundos en Acapulco. La velocidad con la que algunos fenómenos cambian de categoría representa un riesgo adicional, ya que dificulta la preparación oportuna.
ATLÁNTICO Y GOLFO DE MÉXICO
- Campeche
- Veracruz
- Tamaulipas
- Quintana Roo
- Yucatán
Estas entidades están constantemente expuestas al embate de tormentas tropicales y huracanes que entran por el Caribe o el Golfo. Además de los fuertes vientos, estas zonas enfrentan riesgos adicionales como marejadas ciclónicas, lluvias torrenciales y crecidas de ríos.
¿ESTÁ MÉXICO PREPARADO?
Aunque el país cuenta con un Atlas Nacional de Riesgos, muchas comunidades en zonas vulnerables aún carecen de planes de contingencia eficaces. La falta de infraestructura, recursos o coordinación puede agravar las consecuencias de un ciclón, especialmente en localidades rurales o con alta marginación.
Las autoridades de Protección Civil insisten en que la prevención y la preparación son claves para reducir daños y salvar vidas.
Entre las principales recomendaciones para la población están:
- Consultar fuentes oficiales de información como el SMN y la CONAGUA.
- Tener un plan familiar de emergencia.
- Preparar una mochila de emergencia con insumos básicos: agua, alimentos no perecederos, medicamentos, documentos importantes, linterna, radio a pilas, ropa y artículos de higiene.
- Revisar y reforzar la vivienda para evitar daños estructurales.
- Identificar los refugios temporales más cercanos.
MÁS QUE VIENTO: LOS HURACANES SON FENÓMENOS COMPLEJOS
Aunque la escala Saffir-Simpson, que mide la intensidad de los huracanes, se basa en la velocidad del viento, expertos advierten que reducir el impacto de estos fenómenos solo a ese parámetro es un error. Las lluvias, mareas y rapidez de intensificación también pueden causar devastación sin que necesariamente se trate de huracanes categoría 5.
El cambio climático ha alterado los patrones tradicionales, provocando ciclones más erráticos y potentes en lapsos de tiempo más cortos. Por ello, los expertos instan a no subestimar ninguna tormenta, sin importar su categoría inicial.
Finalmente, la temporada de huracanes 2025 se perfila como una de las más activas de los últimos años. Con hasta 37 ciclones previstos entre ambos océanos, México debe mantenerse alerta. La prevención, la información y la preparación serán fundamentales para mitigar los riesgos. Las autoridades ya están activas, pero la colaboración ciudadana será clave en esta lucha contra la fuerza de la naturaleza.