El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, en conjunto con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), ha puesto en marcha una ambiciosa ruta de reformas laborales que buscan transformar las condiciones laborales de millones de trabajadores en el país. Este paquete incluye el aumento al salario mínimo, la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, la entrada en vigor de la Ley Silla, y una reforma específica para regular a los trabajadores de plataformas digitales.
Estas reformas, según el Gobierno Federal, forman parte de una estrategia integral para cerrar brechas de desigualdad, dignificar el trabajo y adaptar el marco legal mexicano a nuevas formas de empleo.
SALARIO MÍNIMO: UN NUEVO TECHO PARA LOS INGRESOS MÁS BAJOS
Desde el 1 de enero de 2025, ya entró en vigor el aumento al salario mínimo, producto de una alza del 12% aprobada en 2024.
Con ello, la nueva tarifa quedó establecida en:
- $278.80 pesos diarios en la Zona General
- $419.88 pesos diarios en la Zona Libre de la Frontera Norte
Este ajuste beneficia a millones de trabajadores formales e informales, aunque especialistas han advertido que la inflación y la precariedad en algunas regiones del país podrían disminuir su impacto real.
LA JORNADA DE 40 HORAS: CAMBIO HISTÓRICO, IMPLEMENTACIÓN GRADUAL
La reforma que reduce la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales fue publicada el 1 de mayo de 2025, en conmemoración del Día Internacional del Trabajo, pero su implementación total se proyecta hasta el 2030, siguiendo un calendario dividido en tres etapas:
- Del 2 de junio al 7 de julio de 2025: realización de foros de consulta entre el gobierno, sindicatos y el sector empresarial.
- Del 1 de septiembre al 15 de diciembre de 2025: análisis y aprobación de uno o más modelos de implementación por parte del Congreso de la Unión.
- Del 1 de enero de 2026 al 31 de diciembre de 2030: implementación gradual del modelo aprobado para que todos los sectores adopten la jornada de 40 horas.
“La implementación no puede darse de un día para otro. Tiene que ser progresiva para garantizar la sostenibilidad en empresas pequeñas y grandes”, explicó Marath Bolaños, titular de la STPS.
“LEY UBER”: DERECHOS PARA QUIENES TRABAJAN EN PLATAFORMAS
Otra reforma destacada es la que reconoce legalmente los derechos laborales de los más de 658 mil trabajadores de aplicaciones digitales, como repartidores y conductores. Esta iniciativa, también conocida como Ley Uber, busca integrarlos al marco laboral sin imponerles cargas fiscales adicionales.
“Ha habido muchísimas reuniones con las empresas de plataforma (…) también es un trabajo de riesgo, que tenga la posibilidad de los apoyos en un accidente y todo lo que significa el trabajo de las aplicaciones digitales”, explicó la presidenta Sheinbaum ante protestas recientes de repartidores.
La reforma entra en vigor el 22 de junio de 2025, con un periodo de prueba de seis meses, y su implementación total se dará a partir del 1 de enero de 2026, según lo anunciado por Marath Bolaños durante la conferencia presidencial del 20 de junio.
LEY SILLA: PEQUEÑOS CAMBIOS, GRANDES IMPACTOS
Aunque de menor perfil mediático, la Ley Silla ya fue aprobada y garantiza que trabajadores que permanecen de pie por largos periodos –principalmente en el comercio– tengan el derecho a sentarse durante su jornada laboral. Esta medida, inspirada por luchas laborales históricas y con fuerte respaldo feminista, busca prevenir enfermedades musculoesqueléticas y dignificar entornos laborales.
ANÁLISIS CRÍTICO: AVANCES NECESARIOS, RETOS PENDIENTES
Las reformas laborales impulsadas por el nuevo gobierno representan, sin duda, una transformación histórica en el panorama del trabajo en México. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad de ejecución, el compromiso del sector empresarial y los mecanismos de inspección y cumplimiento.
Organismos como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y diversas ONG han señalado que sin inspecciones laborales efectivas y presupuesto para la implementación, muchas de estas reformas podrían quedar en letra muerta, sobre todo en sectores vulnerables o regiones marginadas.
Además, el reto de regular el trabajo en plataformas digitales se enfrenta a un escenario complejo donde las empresas tecnológicas suelen resistir regulaciones laborales bajo el argumento de “autonomía” o “flexibilidad”.
UN COMPROMISO POLÍTICO CON LOS TRABAJADORES
Pese a los desafíos, el gobierno de Sheinbaum ha dejado claro que la transformación laboral es una prioridad política de su administración. La presidenta ha reiterado en múltiples ocasiones que la justicia laboral y el bienestar de los trabajadores serán pilares del segundo piso de la Cuarta Transformación.
Si las reformas logran aplicarse con rigor y sensibilidad, México podría ingresar a una nueva era en la que trabajar no solo sea una obligación, sino también un ejercicio de dignidad y derechos.