El subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Eduardo Clark, anunció un cambio significativo en la estrategia del Gobierno de México para la adquisición de medicamentos, con el objetivo de optimizar el abastecimiento en instituciones como el IMSS, IMSS Bienestar e ISSSTE. Este nuevo modelo, que elimina la figura de intermediarios, promete una gestión más transparente y eficiente en la compra de insumos médicos.
En una reciente entrevista en el programa “Sergio Sarmiento y Lupita Juárez” de Heraldo Radio, Clark explicó que la licitación ahora estará dirigida exclusivamente a fabricantes e importadores con registro sanitario. Este enfoque busca evitar la problemática del pasado, donde grandes distribuidores, sin capacidad de fabricación, actuaban como intermediarios, generando conflictos de interés y aumentando los precios de los medicamentos.
“Eliminar intermediarios permitirá al gobierno comunicarse directamente con las industrias farmacéuticas, facilitando un entendimiento claro sobre sus capacidades de entrega y evitando prácticas de colusión,” destacó el subsecretario.
Además, se aseguró que no se busca vetar a empresas que han actuado correctamente; sin embargo, aquellas inhabilitadas por la Función Pública no podrán participar en el proceso.
Clark enfatizó que el nuevo modelo prioriza a los fabricantes, permitiendo que sean ellos quienes elijan a sus distribuidores.
Esto contrasta con el modelo anterior, donde los distribuidores dictaban las condiciones, a menudo desfavorables para la administración pública.
CONTEXTO DEL PROGRAMA
Cabe destacar que esta iniciativa se enmarca dentro del proceso de difusión y discusión pública de las Compras Consolidadas de Medicamentos e Insumos Médicos para el periodo 2025-2026, presentado el 31 de octubre por la presidenta Claudia Sheinbaum. El programa contempla un presupuesto de 130 mil millones de pesos, destinado a asegurar un abasto suficiente y eficiente de medicamentos e insumos médicos.
Con esta reforma, el Gobierno de México busca mejorar la salud pública, reducir costos y garantizar un acceso más directo a los medicamentos, beneficiando así a millones de mexicanos que dependen del sistema de salud pública.