El gobierno de México mantiene negociaciones con Estados Unidos para obtener un trato preferencial ante los aranceles del 25% impuestos por el presidente Donald Trump a las importaciones de automóviles. La presidenta Claudia Sheinbaum y el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, han enfatizado la importancia de proteger los empleos y la industria automotriz nacional.
Ebrard destacó que México ha incrementado la proporción de componentes de origen estadounidense en los vehículos fabricados en el país, lo que podría facilitar una exención arancelaria o al menos un descuento.
“Es fundamental asegurar que el impacto de estos aranceles sea mínimo y que se mantenga la integración de la industria automotriz entre ambos países”, señaló.
Por su parte, Sheinbaum subrayó que el objetivo es que tanto los vehículos completos como las autopartes fabricadas en ambos países estén libres de aranceles, dada la fuerte interdependencia de la industria.
“Muchas empresas automotrices en México son de capital estadounidense y nuestras autopartes forman parte esencial de los vehículos ensamblados en Estados Unidos”, explicó durante su conferencia matutina.
La presidenta también mencionó que se sigue trabajando con el gobierno estadounidense para encontrar una solución que beneficie a ambas naciones y evite la pérdida de empleos en México.
“No es tan sencillo trasladar una planta completa a Estados Unidos. Durante la negociación del TMEC se establecieron cuotas sobre la producción de vehículos y autopartes en México, y ahora buscamos que se respeten esos acuerdos”, agregó.
Las pláticas con el secretario de Comercio de EE.UU. y la Oficina del Representante Comercial continúan, y se espera que el próximo 2 de abril se anuncien los avances y posibles medidas que México implementará para mitigar los efectos de los aranceles. La estrategia del gobierno mexicano incluirá acciones tanto arancelarias como no arancelarias dentro del Plan México, diseñado para fortalecer la economía nacional y proteger la generación de empleo.