La inseguridad volvió a sacudir a la industria minera mexicana. Un comando armado robó un cargamento de al menos 33 toneladas de concentrado de oro y plata, propiedad de Grupo Minero Bacis, en un punto de la carretera que conecta Durango con el Puerto de Manzanillo, a la altura de Guadalajara, una de las rutas más transitadas y estratégicas para la exportación de minerales.
El robo, calificado por la empresa como “un duro golpe a la cadena logística del sector”, ocurrió cuando dos vehículos blancos, con vidrios polarizados, interceptaron un tractocamión identificado con el número económico 104. Los asaltantes sometieron al chofer y a los guardias de seguridad, a quienes mantuvieron privados de su libertad durante más de una hora y media, según informó la compañía.
SE RECUPERÓ EL CAMIÓN, PERO NO EL MINERAL
Una vez liberado, el personal reportó el hecho en la caseta de Chapala ante la Guardia Nacional. Aunque el tractocamión fue encontrado, la góndola que transportaba el valioso concentrado de oro y plata no ha sido localizada hasta el momento.
Afortunadamente, no se reportaron lesiones físicas a los trabajadores involucrados. Sin embargo, como medida de protección, Grupo Minero Bacis anunció la suspensión temporal de operaciones logísticas, con el fin de resguardar la integridad de su personal.
DAÑOS POR VARIOS MILLONES DE DÓLARES
Aunque la compañía dirigida por José Jaime Gutiérrez Núñez ya conoce el volumen exacto del mineral sustraído, todavía se está evaluando el valor comercial total del robo, que podría alcanzar varios millones de dólares.
“Lamentamos este incidente que deteriora el giro del negocio minero, así como los ingresos al país”, señaló el grupo en un comunicado, destacando que su actividad se orienta a mercados nacionales e internacionales.
UN CASO QUE REABRE EL DEBATE SOBRE LA SEGURIDAD LOGÍSTICA EN MÉXICO
Este asalto reaviva las preocupaciones de seguridad en el transporte terrestre de minerales de alto valor, un problema creciente que ha afectado a empresas tanto nacionales como extranjeras. México, pese a ser una de las principales potencias mineras del continente, ocupa el lugar 74 en el Índice de Atracción Minera del Instituto Fraser, en gran parte debido a la violencia e inseguridad en regiones clave para la industria.
Para muchas compañías, el riesgo ya no se limita al sitio de extracción, sino que se ha trasladado a las rutas logísticas, los puntos de embarque y los centros de distribución. La vulnerabilidad de estos corredores pone en entredicho la capacidad del Estado para garantizar el libre tránsito de bienes estratégicos.
LLAMADO A REFORZAR LA PROTECCIÓN DEL SECTOR
El incidente se suma a una serie de hechos delictivos recientes que afectan la credibilidad y estabilidad de las operaciones mineras en el país, especialmente en lo que respecta a exportaciones. La situación exige acciones inmediatas y coordinadas entre autoridades federales, estatales y las empresas del sector, con el fin de fortalecer los protocolos de seguridad y reducir los incentivos para estos crímenes de alto impacto económico.
La empresa no ha confirmado si reforzará sus estrategias de seguridad o contratará nueva infraestructura tecnológica o armada para proteger sus futuras rutas, pero advirtió que el impacto financiero y reputacional del robo podría tener consecuencias más amplias para toda la industria.
En resumen, el caso se mantiene en investigación.