La carrera política de López Obrador comenzó hace 18 años, en 2006, cuando se presentó a las elecciones enfrentando a candidatos como Roberto Madrazo y Felipe Calderón. En esos años, la política mexicana fue testigo de una intensa lucha en la que no solo se definieron posturas, sino que también se desató una de las campañas de desprestigio más recordadas, en la que participó el entonces presidente Vicente Fox.
Según el libro La victoria que no fue: López Obrador, entre la guerra sucia y la soberbia, escrito por los periodistas Óscar Camacho y Alejandro Almazán, Fox se reunió en 2005 con Jorge Emilio González Torres, fundador del Partido Verde Ecologista de México, donde dejó claro su deseo de evitar que AMLO llegara a la presidencia.
“Voy a hacer todo lo posible para que ni Madrazo ni López Obrador lleguen a la presidencia”, advirtió el exmandatario.
LA CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO
La rivalidad se intensificó en la recta final hacia las elecciones de 2006. Fox, junto a su esposa Martha Sahagún, lanzó una serie de ataques contra López Obrador, quien fue tildado de “peligro para México”. En este contexto, se destinaron recursos públicos exorbitantes para favorecer a Calderón, el candidato del Partido Acción Nacional (PAN). De acuerdo con los registros, se utilizaron alrededor de 1,709 millones de pesos del erario para impulsar la campaña de Calderón. Con un enfoque claro en desacreditar a su rival.
Los medios de comunicación se convirtieron en el escenario de esta lucha, con casi medio millón de spots publicitarios destinados a presentar a AMLO como una amenaza. A pesar de las promesas de Fox de no utilizar fondos públicos en campañas electorales, la realidad fue muy diferente.
REFLEXIONES FINALES
En su última “mañanera”, AMLO no pudo contener la emoción y lloró al escuchar una canción en su honor, declarando:
“Ahora sí, a La Chingada”, en un gesto que refleja su característico estilo directo.
Durante su sexenio, se plantearon y discutieron numerosos temas cruciales, desde la lucha contra la corrupción hasta la implementación de programas sociales.
Con el cierre de este capítulo, el legado de AMLO queda en la memoria de un país que ha experimentado profundos cambios sociales y políticos. Su retiro de la vida pública no solo marca el fin de su presidencia, sino también el desenlace de una batalla que comenzó hace casi dos décadas. Donde los ideales y las adversidades han estado siempre presentes.
La historia de Andrés Manuel López Obrador es, sin duda, una parte integral del relato contemporáneo de México. Un relato que continuará siendo debatido y analizado en los años venideros.