Michoacán
La asociación protectora de animales Generando Hogares de Amor Para Animales Desprotegidos (Ghapad), denunció que en el fraccionamiento Punta Floresta de la ciudad de Morelia, se han registrado múltiples asesinatos de perros en situación de calle.
Esmeralda Cerda, presidenta de dicha asociación, expuso que no tienen una cifra exacta de cuantos ejemplares aparecieron sin vida, aparentemente por envenenamiento, sin embargo, la muerte de los caninos ya fue denunciada penalmente por los propios colonos.
“Fueron muchísimos perros, no te puedo decir exactamente cuántos, dicen que era un tiradero de perros. Hay unos perros que todavía se están encontrando vivos y hay veterinarios que están tratando de rescatarlos”, expuso Ghapad.
Los animalistas exigen que, ya presentada la denuncia formal que quedó asentada con el número 1003201946894, la Fiscalía General del Estado investigue esta matanza.
“Estamos completamente hartos, estamos exigiendo justicia, ya se han presentado varios casos (de envenenamientos masivos de perros), y es atole con el dedo, (los peritos de la FGE) van y levantan fotitos y eso, pero no investigan a fondo.
Niños en riesgo
También hay niños en riesgo ya que es un veneno letal el que usaron, se están muriendo (los perros) en minutos y el envenenamiento es la muerte más terrible que pueda haber”, afirmó Esmeralda Cerda.
La activista refirió que los animales asesinados ya estaban esterilizados, por lo que no era necesaria su muerte, pues ya se encontraba en proceso de control la población canina de esa zona.
La asociación Ghapad, apoyada por la agrupación defensoras de los derechos de los animales Lors Perruna, anunciaron que ofrecen 5 mil pesos de recompensa a quien aporte datos precisos que permitan dar con el responsable de este acto catalogado como delito de crueldad animal.
De acuerdo al artículo 309 del Código Penal de Michoacán, comete el delito de crueldad animal quien inflige daño físico a un animal que no constituya plaga ni peligro para la salud o vida humana, con el único fin de lastimarlo o privarlo de la vida.
Este ilícito se castiga con un periodo de seis meses a dos años de prisión y una multa de 50 a 500 días de salario mínimo vigente.
