En México, la impunidad en los casos de periodistas desaparecidos alcanza 100 por ciento. Algunos de ellos rebasan la década en la que ocurrieron, sin que a la fecha se reporte algún tipo de avance por parte de las autoridades encargadas de las investigaciones.
Aunque las cifras de organizaciones defensoras de la libertad de expresión contrastan entre ellas, la CNDH registra del 2005 a la fecha 21 casos ocurridos principalmente en Veracruz y Michoacán con cuatro, respctivamente; Nuevo León, San Luis Potosí y Tamaulipas, con dos, y Coahuila, Guerrero, Oaxaca, Sinaloa, Sonora, Tabasco y Zacatecas, con uno por entidad.
El Comité para la Protección de Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés) reporta 14 desapariciones de periodistas en México desde el 2005, 60 las contabiliza a nivel mundial desde 1992, lo que coloca a nuestro país como el que mayores casos tiene.
“En México en este momento estamos viviendo una crisis de libertad de expresión que tiene que ver con niveles de impunidad altísimos, un estado de justicia disfuncional, debilidad institucional y la falta de voluntad real por parte de autoridades de todos los niveles de realmente emprender una política pública enfocada no sólo en la protección de periodistas, sino también para resolver el tema de la impunidad”, expresó Jan Albert-Hootsen, representante del CPJ.
El fenómeno, señaló Balbina Flores, de Reporteros Sin Fronteras (RSF), coincide con el contexto de la guerra contra el narcotráfico impulsada por Felipe Calderón y sostenida por Enrique Peña Nieto, lo que incrementó la violencia en distintas zonas del país como Michoacán, Veracruz, Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Guerrero y Oaxaca.
“Mientras esta violencia prevalezca y la pugna por el control de estos territorios por parte de grupos del crimen organizado, la inseguridad para el ejercicio periodístico estará ahí”, enfatizó.
Para Leopoldo Maldonado, subdirector de Artículo 19, organización que registra 24 casos desde el 2003, la gravedad que enfrenta la problemática de la desaparición de periodistas es que no sólo no se les busca, sino que no se ha identificado a ninguno de los responsables y las líneas de investigación no se vinculan a su trabajo.
“Uno de los patrones que hemos encontrado es que en al menos 98% de los casos cubrían temas de seguridad, prácticamente la mitad de los desaparecidos investigaba la posible colusión con autoridades de distintos niveles y delincuencia organizada a nivel local”, mencionó.
Lo grave de esta situación, sostuvo, es que la razón de que hayan sido desaparecidos tiene que ver muy probablemente con su ejercicio periodístico; evidentemente esto no es que los coloque como personas especiales, al contrario, da cuenta de cómo las violaciones graves de derechos humanos están usándose para callar voces críticas y eso se ha extendido a todo el país.
Grupo de trabajo
En este sentido, Balbina Flores dijo que RSF está proponiendo que para el caso de desaparición de periodistas se constituya con urgencia un grupo de trabajo que incluya a familiares, organizaciones y periodistas, para que las autoridades rindan un informe del estado que guardan las investigaciones.
Además de que se establezca coordinación entre la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión y la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Desaparición Forzada, a fin de generar una estrategia conjunta para resolver los casos.
“El tema de las desapariciones en este país debería ser una de las grandes prioridades no sólo para el gobierno que está por salir, sino para el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador; tiene que darse una respuesta inmediata a los familiares porque ellos han esperado muchísimo tiempo para tener justicia, para localizar a sus familiares”, puntualizó.
