Después de 50 horas de cierre, la carretera México-Puebla fue reabierta parcialmente gracias a las negociaciones entre autoridades y los ejidatarios de Santa Rita Tlahuapan, quienes mantuvieron bloqueada la vía en demanda del pago de tierras expropiadas para la construcción de la autopista. Sin embargo, esta apertura es intermitente, con un solo carril habilitado en ambos sentidos, lo que ha resultado en un alivio limitado del tráfico.
PASO INTERMITENTE
Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (CAPUFE) informó que la circulación se ha restablecido con una reducción de carriles, lo que sigue generando un intenso caos vehicular. Los manifestantes, que se mantienen en la zona, acordaron abrir y cerrar la carretera cada dos horas para aliviar parcialmente el tráfico, pero las filas de camiones de carga y vehículos privados siguen siendo largas, afectando a cientos de conductores y pasajeros.
El secretario de Gobernación del Estado de Puebla, Javier Aquino Limón, comunicó a través de sus redes sociales que esta medida fue el resultado de diálogos con los inconformes, quienes exigían compensaciones por las tierras utilizadas en la construcción de la autopista. Aunque la apertura temporal ha permitido el paso de algunos vehículos, el embotellamiento sigue siendo severo, con filas kilométricas de camiones y autos que apenas comienzan a reducirse.
TENSIÓN EN LA ZONA
En el lugar, la tensión es palpable. Durante una conferencia de prensa, cerca de 30 transportistas y ciudadanos enfrentaron a los abogados de los ejidatarios, expresando su frustración por las condiciones adversas que han tenido que soportar durante el bloqueo. Entre las personas varadas se encuentran niños, adultos mayores y pacientes que se dirigían a citas médicas, lo que ha generado críticas generalizadas de la sociedad.
La Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (CANACAR) advirtió sobre las graves consecuencias económicas de este bloqueo. Según Miguel Ángel Martínez, presidente nacional de la CANACAR, las pérdidas ascienden a más de 4 mil millones de pesos cada 24 horas solo en el sector del transporte de carga. La situación ha afectado especialmente el traslado de productos automotrices, acero y perecederos, lo que podría provocar desabasto en varias regiones del país.
SIN RESOLVER
Aunque las autoridades lograron una solución temporal, el conflicto está lejos de resolverse por completo. Se teme que el cierre de la carretera se extienda por más tiempo si las negociaciones no avanzan, lo que podría agravar aún más el impacto económico y social de esta crisis. Los usuarios de la carretera México-Puebla deberán estar atentos a los avisos de CAPUFE y tomar precauciones ante el tránsito intermitente en esta vital vía de comunicación.
