Este miércoles, el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, dará a conocer el plan por la pacificación y la seguridad en el país.
La presentación de la nueva estrategia para combatir al crimen tendrá lugar en un hotel del centro de la Ciudad de México a las 16:00 horas, al cual acudirán todos los integrantes del futuro gabinete del gobierno de la República, además de los legisladores de Morena tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados.
De acuerdo a lo declarado por el propio López Obrador en días y semanas anteriores el plan por la pacificación y seguridad contempla dividir al país en más de 260 coordinaciones territoriales, las cuáles, estarán integradas cada una de ellas por personal de las autoridades civiles y militares de cada región y de acuerdo con el nivel de violencia será que se asignen el número de elementos policiacos y militares que se estimen necesarios.
Sobre este mismo tema cabe recordar, que el futuro secretario de seguridad Alfonso Durazo ha reconocido que desafortunadamente en la mayoría del país existen niveles graves de violencia y criminalidad por lo que el número de efectivos que se asignarán a estas regiones rebasará en cada lugar los 600 elementos, entre los cuales participarán de la Policía Federal, de la policía militar y de la policía naval, en las de menor criminalidad como Yucatán las coordinaciones territoriales dispondrán de 300 elementos de seguridad y en las de mediana inseguridad de 400 efectivos.
La estrategia lopezobradorista contemple también una nueva política en materia del consumo de las drogas y planteará —según adelantó el presidente electo hace dos días en Yucatán— una distinta relación sobre este problema con el gobierno de los Estados Unidos específicamente con la Agencia Antidrogas de ese país.
En la introducción del plan se reiterará que el principal mecanismo para abatir los altos índices de criminalidad en el país tiene que ver con atacar las causas de la pobreza y la violencia, principalmente en territorios donde se abandonó a los jóvenes al dejarlos sin oportunidad de estudio y de trabajo.
Finalmente, la estrategia de seguridad incluye el proceso de amnistía para todas aquellas personas de origen indígena que fueron obligadas a cultivar drogas ilícitas.
