¿Qué pasó con la "Tamalera de la Portales" tras su crimen?
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¿Qué pasó con la “Tamalera de la Portales” tras su crimen?

En 1971 asesinó a su esposo y fue acusada de usar el cadáver para hacer tamales.


¿Qué pasó con la “Tamalera de la Portales” tras su crimen? | El Imparcial de Oaxaca

María Trinidad Ramírez Poblano es protagonista de una de las historias más aterradoras de la Ciudad de México.

En 1971 asesinó a su esposo y algunas leyendas urbanas señalan que ella había usado los restos del cuerpo para hacer tamales, pero esa versión fue descartada como falsa.

No obstante, la mujer en realidad es una víctima de violencia machista, pues su esposo, Pablo Díaz Ramírez, quien era peluquero de profesión.

Estas son las claves de su caso y lo que pasó con Ramírez Poblano tras su arresto:

  • María Trinidad Ramírez Poblano fue sentenciada por el asesinato de su esposo a cuarenta años de prisión, de los cuales pagó 20 en el Centro de Reclusión Femenil de Tepexpan, Xochimilco y luego en Santa Martha Acatitla. Ya libre, ella falleció en el Estado de México, en 1995.
  • El caso de la Tamalera de la Portales inspiró un capítulo de la serie Mujeres Asesinas, el cual está protagonizado por María Rojo.
  • Ramírez Poblano vivía con sus cinco hijos y el peluquero Pablo Díaz Ramírez, quien la golpeaba a ella y a sus hijos, según el sitio Criminalia, la enciclopedia del crimen.
  • Ella se dedicaba a vender tamales para sostener a su familia con quienes vivía en la calle Pirineos número 15, en la colonia Portales, Ciudad de México.
  • Una noche Pablo golpeó a sus tres hijastros, lo que les causó marcas a ellos, y les prohibió cenar en castigo porque mancharon unas prendas.
  • María Trinidad en venganza agarró un bate de beisbol y golpeó en varias ocasiones la cabeza de su esposo, quien se encontraba dormido antes del ataque.
  • Según refieren algunas historias, el marido murió después de recibir los golpes con el instrumento, pero otras, como la del periódico la Prensa, señalan que quedó inconsciente y, ante el temor de que pudiera despertar, la tamalera lo descuartizó con un hacha.
  • Posteriormente limpió la habitación en la que había asesinado al que hasta horas antes era su esposo e introdujo algunas partes del cuerpo recién descuartizado en un costal, el cual tiró en un terreno baldío; la cabeza la guardó en un bote de tamales.
  • Al día siguiente, como todos los domingos, la mujer se puso a vender tamales en el lugar que acostumbraba. Ya para el lunes, los restos del peluquero fueron encontrados al sur de la Ciudad.
  • Como los restos fueron encontrados a lado de una casa de la Colonia Justo Sierra, se le dio aviso a la policía, quien identificó que las huellas dactilares pertenecían al peluquero de 53 años de edad, que, según se supo, tenía antecedentes criminales y que vivía en la calle Pirineos.
  • Cuando los investigadores se presentaron en la respectiva casa, la tamalera confesó el crimen y contó que él la maltrataba a ella y a sus hijos. Los policías encontraron bajo la cama el bote de los tamales con la cabeza de Pablo.