Celebran resolución de la ONU a favor de migrantes mexicanos
La resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU considera que Estados Unidos debe acatar un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para revisar el caso de 52 mexicanos sentenciados a muerte en juicios con irregularidades.
El beneplácito mexicano por una “histórica” resolución de la Organización de las Naciones Unidas que apoya la protección de derechos humanos de mexicanos en Estados Unidos fue expresado por Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores.
La resolución aprobada por la Asamblea General de la ONU considera que Estados Unidos debe acatar un fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para revisar el caso de 52 mexicanos sentenciados a muerte en juicios con irregularidades.
“Esto sienta un precedente de la mayor magnitud para la protección de nuestros connacionales en Estados Unidos: tendrán que garantizar servicios de intérprete y traducción para aquellos que son procesados en el país”, afirmó Ebrard Casaubón.
La resolución apoyó por 69 votos a favor, cuatro en contra y 66 abstenciones la demanda mexicana, que se refiere al incumplimiento estadounidense de normas de la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares.
En 2004 la CIJ determinó que Estados Unidos no cumplió con la obligación de informar al Consulado correspondiente del arresto de un mexicano y con ello omitió la obligación de permitir comunicación o visitas consulares y posibles arreglos para su representación legal.
El caso cubrió originalmente a 54 mexicanos, pero la base fue la situación de Carlos Avena Guillén, un indocumentado detenido en Los Ángeles, en 1981, como sospechoso de la muerte de dos personas, durante un intento de robo. El mexicano fue interrogado en inglés, aunque no dominaba el idioma, y aceptó responsabilidad.
De acuerdo con la prensa estadounidense, el juicio tuvo muchas irregularidades y Avena, con un mal defensor de oficio, fue sentenciado a muerte por dos cargos de homicidio en primer grado el 12 de febrero de 1982.
Diez años más tarde, el 14 de febrero de 1992, el consulado de México en San Francisco recibió una carta del director de la prisión estatal de San Quintín, en la que informaba sobre un preso de nacionalidad mexicana, Carlos Avena Guillén.
Era la primera noticia sobre el caso.
Desde entonces las autoridades mexicanas plantean una serie de quejas dentro y fuera de EU por esos casos, en los que frecuentemente las autoridades estatales claman desconocimiento y no ser parte del Tratado de Viena, aunque su país lo sea.
