Las mujeres en México enfrentan distintas formas de violencia en el ámbito laboral, incluyendo el acoso sexual, que afecta a 1.4 millones de trabajadoras, advirtió la diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), Eloísa Talavera.
La también secretaria de la Comisión de Seguridad Social de la Cámara de Diputados, indicó que de acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el mundo, al menos 12 millones de mujeres sufren de acoso sexual en el trabajo.
Talavera Hernández añadió que el número de mujeres que son objeto de acoso sexual en el trabajo representa al 10 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA) y esa cifra apenas revela la gravedad del asunto, porque el 99.7 por ciento de los casos no son denunciados, por temor a perder el empleo o tener represalias.
Al presentar una propuesta de reforma a Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado, reglamentaria del apartado B del artículo 123 Constitucional, la congresista señaló que hasta el momento, la normatividad no es determinante en la obligación de implementar políticas públicas o acciones en el ámbito laboral para prevenir, atender, erradicar y sancionar la violencia contra mujeres en el trabajo.
Señaló que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia prevé disposiciones al respecto, pero son insuficientes.
El propósito es que las dependencias federales, los gobiernos estatales y municipales, así como toda institución pública y organismos descentralizados, desarrollen medidas y procedimientos formales para atender la problemática, incluyendo los casos de hostigamiento y acoso sexual hacia las trabajadoras.
La legisladora de derecha enfatizó que el trabajo, es considerado el tercer espacio de participación de las mujeres en el que más casos de acoso sexual se registran.
Incluso, refirió que en 2011, se dio a conocer que el 19.3 por ciento de las mexicanas fueron víctimas de acoso sexual, lo que afecta derechos a recibir un trato digno, a la integridad física, a la libertad sexual, la salud y al propio trabajo.
Señaló que el acoso sexual laboral, tiene efectos negativos en la salud física y emocional de las víctimas; así como en su situación familiar, económica y social, por lo que se deben implementar políticas y directrices que garanticen plenamente el desarrollo de los empleados, así como su desempeño en un ambiente armónico, libre de discriminación, hostigamiento y violencia sexual.
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