En el marco de las fiestas patronales, algo que resalta son las calendas que integran a las familias y son motivo de encuentro.
Como es una tradición, en la fiesta patronal de agosto en honor a la Virgen de la Asunción y en la fiesta por el título de la ciudad, que se realiza en el mes de octubre, el viernes antes de la fiesta se realiza la bendición de los carros que participan en la calenda, el siguiente día sábado se realiza una misa y la fiesta de calendas, ahí se ofrece música y comida.
La llamada fiesta de calendas es importante para las familias de los niños que van en el carro alegórico, la gente que ayudó a vestir el carro, las damas, los diablos y toda la gente que se suma a las familias que ofrecieron un servicio a la Virgen de la Asunción.

Este año, después de dos de pandemia donde se suspendió toda la actividad presencial, se permitió de nuevo disfrutar de los carros alegóricos y toda su alegría en esta fiesta de la patrona del pueblo.
El día de ayer, los carros fueron llamados a misa desde las 11 de la mañana, los mismos que salieron desde la casa de los padrinos, que este año fueron las familias Simancas y Rodríguez, ellos hicieron su ofrecimiento a la santísima del pueblo.
Ramiro Jesús López, tlaxiaqueño que radica en la ciudad de México, con mucha alegría dijo que este festejo, más que a la Virgen, es una fiesta a la vida por todo lo malo y por las vidas que cobró la pandemia en dos años. También expresó que siente mucha alegría se parte de la fiesta y ver a la gente organizada venerar a la Virgen de la Asunción siguiendo con la tradición.