Las intensas lluvias que provocaron las tormentas tropicales Beatriz y Calvin en las regiones del Istmo de Tehuantepec, Sierra Sur y la Costa, han provocado cuantiosos daños a productores de diversos cultivos como maíz, café, papaya, limón, plátano y otros.
Jorge López Guerra, presidente de la Asociación Ganadera, dijo que se realiza un censo de afectaciones para solicitar el pago de seguro de gastos catastróficos, pues tanto ganaderos como agricultores han sido afectados por los meteoros naturales.
Debido al exceso de agua surgen plagas que afectan al ganado, ejemplares que se quedan atrancados en lodo; los primeros problemas surgen en las pezuñas y de ahí infecciones que merman o pueden llevar a la pérdida del animal.
Además, se registran muertes de becerros, debido a la persistencia de fuertes lluvias, que dañan a los organismos más débiles, como las crías de vacas.
Por ello, pidió a los agricultores y ganaderos de las regiones del Istmo y de la Costa acercarse a sus delegaciones para poder gestionar el apoyo, ya que con el seguro catastrófico se atiende la pérdida de cabezas de ganado o ejemplares, así como afectaciones de hasta 250 mil pesos por pérdida de galeras, potreros, corrales y pozos.
Tan sólo en el Istmo de Tehuantepec, más de 500 hectáreas de cultivo de maíz se perdieron por las lluvias que dejó la tormenta Beatriz, lo cual afectó a cerca de 200 campesinos.
La organización social Tona Taati’ informó que las aguas del río Los Perros que se desbordó en la Novena Sección dañó los cultivos de maíz que estaban próximos a dar fruto.
El dirigente Tomás Chiñas Santiago indicó que ya in formaron de las afectaciones a la Sedapa, pues cada campesino perdió en promedio tres mil pesos por hectárea, y esperan que haya apoyos para poder enfrentar la actual situación que viven.
El proceso para el pago de apoyos de seguro catastrófico establece que el productor debe reportar a las autoridades municipales el siniestro, mismas que darán aviso y entregarán la solicitud de siniestro ante la Sedapa, el reporte deber realizarse durante las primeras 72 horas.
