La convivencia con la sociedad se ha olvidado en los niños, hasta con sus padres, luego que estos prefieren que los infantes estén entretenidos, ya sea con la televisión, computadora, celular o tabletas, donde juegan con la violencia y olvidan los juegos tradicionales y de sociometría.
Doña Gertrudis Suárez Anaya nos recuerda que el juego del tarro quemado, la pájara pinta, son algunos de los múltiples juegos infantiles que hacen compañerismo, salvar y ayudar a otro compañero era la finalidad, contrario a lo de hoy en día que los niños y jóvenes se encierran en los juegos violentos del celular o tableta.
Ahí están todo el día metidos, agachados, cuando una persona mayor les habla para alguna actividad de casa, contestan mal a sus abuelitos hasta a sus propios padres y es que ellos también son los responsables cuando para calmar sus travesuras les ponen la televisión o una película para que se entretenga o los dejan jugar con la tableta o el celular y con eso los padres solucionan su problema, lo que se vuelve una adicción.
Hoy, algunos infantes son violentos porque todo lo aprenden de la televisión, computadora o de los juegos en cualquier dispositivo y no pueden hacer conveniencia porque las malas enseñanzas las vuelven un aspecto de cultura.
Ya no conviven con la sociedad, están entretenidos con esos aparatos modernos, se les han olvidados los oficios, hoy en día es violar sus derechos si aprenden a sembrar la tierra, a pintar o ayudar en los quehaceres del hogar, estas actividades se deben retomar para incentivar y generar en las futuras generaciones una ocupación.
LA CONTRAPARTE
Isabel Machuca López, comunicóloga, de la comunidad Santiago el Mesón, Cabecera Nueva, Putla, da a conocer que en su comunidad o en las comunidades nativas, alejadas, no llegan los juguetes de plástico, menos las computadoras o las tabletas o si las hay son pocas, esto hace que los niños conserven la creatividad, hacen sus carreteritas y dan vida a las piedras o maderas que simulan ser carritos y las niñas juegan a la comidita.
Particularmente, en Santiago el Mesón, Cabecera Nueva, Putla, Oaxaca, hay juegos tradicionales que los niños practican diariamente, es una forma de vivir la vida, por ejemplo, “las agarradas o la roña”, en el juego hay un niño que tiene la comezón o enfermedad supuestamente, este corretea a todos y se libra de ella tocando a alguien más, también existe otro juego que es similar, que se llama, “las ardillas” en este juego los niños se suben a un árbol grande y se persiguen mostrando habilidad.
Las ollitas, un juego que eran dos equipos, los niños se sientan en el suelo agarrados de sus tobillos y dos de sus compañeritos los cargan de los brazos y lo llevan a cierta distancia y gana aquel equipo que no se desbarate la figura.
Son los niños un valor importante de la sociedad, son ellos los que mostrarán todas estas riquezas en los años venideros. Las mamás les enseñan estas formas de convivencia, desde el respeto a la naturaleza, desde que aprenden destrezas, desde trepar a los árboles, hasta aguantar varios segundos debajo del agua, pero siempre respetando el medio, sus compañeros y amigos.
