En el marco del Día de la Mujer Indígena, Marisol Hernández, joven madre, jefa de familia y vendedora ambulante en esta ciudad cuestionó “¿De qué sirve eso, si a la mujer indígena la discriminan más de tres veces: por su lengua, su vestimenta y porque no existe para los gobiernos”.
Al preguntarle sobre esta fecha, con una risa contesto que es una fecha más en el calendario y que solo sirve para que en las redes sociales los funcionarios dediquen discursos que ni ellos logran entender.
La joven que abandonó sus estudios por la necesidad de llevar alimentos a su casa dijo que esta fecha llega cada año, se habla de la mujer indígena y las cosas siguen igual, cuando la verdadera mujer indígena, sufre, trabaja, llora, se aguanta y es valiente todos los días sin importar estas fechas, el clima, su dolor en el cuerpo y el alma para llevar una tortilla y frijol a sus hijos y los abuelos, esto en todos lados alrededor de las ciudades.
Jorge Luis Santiago, profesor, opinó que escucha bien el nombre y la historia de esta conmemoración, sin embargo, poco se hace para reconocer a este sector, que según estadísticas de los censos de población representan más de 66 por ciento de la población.
Esta fecha para las comunidades originarias solo sirven como pasarela de políticos y funcionarios ya que las políticas públicas no contemplan a este sector en municipios y en los programas del estado para ayudarlas, apoderar y generar respeto y atención a sus derechos humanos.
Finalmente, en medio de esta conmemoración del Día de la Mujer Indígena piden que se considere desde una perspectiva incluyente y en apego a los tratados internacionales por el que surge esta fecha y que se lleve a la práctica, que haya atención, seguimiento y mejores condiciones para un desarrollo pleno sin descuidar sus raíces, lengua, costumbres y tradiciones.
