Según datos de las autoridades estatales y federales, en 6 años se reactivaron en Oaxaca 170 conflictos agrarios que han dejado enfrentamientos y muertos en las diferentes comunidades.
La reactivación de estos conflictos obedece en su mayoría por la intromisión de grupos sociales que intentan asesorar a las comunidades, sin embargo, sus acciones terminan por confrontar a los pueblos indígenas.
De los hechos violentos más recientes destacan los conflictos entre San Juan Mixtepec y Yosoñama en la región de la Mixteca, así como la masacre ocurrida en San Pedro Mártir Quiechapa donde cobró la vida de 5 campesinos.
A finales de 2010, durante el inicio de la administración 2010-2016, las autoridades identificaron 194 conflictos agrarios, lo que representaba un foco rojo en un porcentaje de 34 por ciento de los municipios de Oaxaca.
Pese que este tema fue presentado como de urgente atención en el cual se trazó un enfoque de diálogo con las comunidades y grupos sociales para la resolución de conflictos agrarios dentro del estado para fomentar la estabilidad social y económica, estos crecieron ante el avance de las organizaciones sociales.
Al inicio del gobierno que encabeza Alejandro Murat Hinojosa, estos conflictos aumentaron en un 100 por ciento, el total de conflictos agrarios registrados hasta la fecha suman 364. De éstos: 32 se encuentran clasificados como de alto riesgo, 104 de mediano riesgo y 228 de bajo riesgo.
Ciudadanos que analizan la implementación de los programas de la Zona Económica Especial del Istmo de Tehuantepec (ZEE), señalaron que estos conflictos podrían aumentar en los próximos años, pues los ciudadanos se oponen a los proyectos que pretenden imponer los gobiernos estatal y federal.
