Aumenta el número de atoleras en Huautla

A causa de la crisis económica en los hogares —sobre todo de la clase baja— las mujeres que venden atole por las calles de Huautla, a domicilio y en las oficinas públicas se ha incrementado, pasando de tres a más de 25 vendedoras y cuyo hecho acapara la atención de los hombres y otros sectores de la sociedad.

Las damas que ofrecen el atole de diversos sabores, incluyendo el tradicional y espiritual “atole agrio”, venden su producto en cinco, seis y hasta 10 pesos el vaso o la jícara, el cual se ha convertido ya en un verdadero auge comercial porque nunca antes estas bebidas habían estado tan solicitadas en el consumo humano de niños, mujeres y ancianos.

Los sabores de las bebidas calientes son de fresa, chocolate, arroz con leche, aunque hay también quienes venden chapurrado y otras optan por el atole agrio, bebida mística con frijoles y picante (pipían) que en los tiempos actuales ya se ha comercializado bastante, ya que antes del año 2000 únicamente se tomaba en las bodas religiosas, así como en los nueve, 19 y 39 días de algún deceso durante los velorios.

Las mujeres que se dedican a la venta de atole proceden de los distintos barrios y colonias de Huautla de Jiménez, y aunque en ocasiones existe una mínima rivalidad entre las vendedoras por los clientes, los consumidores ya tienen a sus atoleras preferidas.