Debido al constante deterioro que sufren monumentos históricos en nuestra capital, especialistas han solicitado su conservación antes de que la indolencia los destruya por completo.
La conservación de los edificios en el Centro Histórico y la propia ciudad representa una gran responsabilidad de los gobiernos estatal y municipal; de igual forma, una oportunidad para reunir talentos y disciplinas múltiples, pues deben ser los especialistas quienes sean responsables de las acciones.
Alfredo Carreño León, expresidente del Colegio de Arquitectos del Estado Oaxaca, consideró urgente el rescate de las propiedades privadas que forman parte del patrimonio cultural de la humanidad que están en malas condiciones.
“No solo se requiere del trabajo de arquitectos y restauradores, sino también de arqueólogos, historiadores, urbanistas, mano de obra calificada en oficios como los canteros, herreros, carpinteros y muralistas, los cuales en la actualidad son escasos”.
Alertó que estos edificios representan riesgo para los ciudadanos, ya que en cualquier momento pueden colapsar y causar daños, por lo que se debe trabajar en el rescate patrimonial de inmediato y buscar alternativas.
Muchos de los propietarios de estos inmuebles en mal estado nunca aparecen y hay que acudir al Registro Público de la Propiedad para conocer quiénes son, lo cual dificulta llevar a cabo su rehabilitación.
El especialista en restauración expresó que muchos de ellos argumentan que no cuentan con dinero para llevar a cabo la reconstrucción y otros más que la tramitología de dependencias estatales, municipales y federales, entre ellas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), es casi imposible de cumplir, lo cual impide su rescate.
Nuestro Centro Histórico fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1987, pertenece por tanto no solo a nosotros los oaxaqueños, pertenece a la humanidad, es un bien que por generaciones debe preservarse para mantener viva la historia, la memoria colectiva y los valores intangibles.
Puntualizó que podemos hablar de infinidad de problemáticas que se suscitan en él, como el ambulantaje que dificulta la libre circulación, el transporte urbano deficiente, el fachadismo que busca aparentar una realidad sin sustento, la despoblación habitacional inminente y la dificultad de accesibilidad y movilidad.
