Aunque el gobierno municipal ha reportado visitas al área de intervención, la remodelación de la zona de pan y comedores en el mercado de Abasto Margarita Maza de Juárez, a cargo de la federación, sigue sin fecha de conclusión.
Los trabajos iniciados en febrero del 2023 y en los que el gobierno federal ha empleado más de 220 millones de pesos, debían estar terminados en diciembre de ese año. Sin embargo, ha pasado año y medio desde la fecha estimada para su entrega a los más de 650 locatarios de la zona.
Además, se prevé que a los 240 millones invertidos (220 de la federación y 20 del municipio) se sumen otros 60 millones para concluir una obra que, según el ayuntamiento, tiene un avance del 90 por ciento. De ser así, el costo total de los trabajos sería de más de 300 millones de pesos.
Al igual que con Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) y el Centro de Atención para el Desarrollo Infantil (CADI), que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) edificó en la administración del ex presidente Oswaldo García Jarquín (2019-2021), esta nueva obra de la dependencia federal en la ciudad de Oaxaca ha presentado demoras o deficiencias.
Lo anterior mantiene a cientos de locatarias y locatarios en la intemperie, con locales temporales en zonas donde han padecido de la falta de energía eléctrica, de inseguridad, de falta de agua potable y del polvo y demás afectaciones. Esta será la segunda temporada de lluvias que tendrán que padecer, pues aún cuando el gobierno municipal aseguró que los trabajos quedarán concluidos en este año, aún no hay fecha concreta para su regreso a la zona de pan y comedores.
Hasta ahora, se desconoce si los trabajos ya se retomaron o se efectuarán en los próximos meses, pues el ayuntamiento únicamente ha informado de visitas técnicas a la obra y en compañía de la Sedatu.
“En esta visita participaron el Regidor Jesús Quevedo, el Secretario de Gobierno y Territorio, el Secretario de Obras Públicas y Desarrollo Urbano, y personal de la SEDATU del Gobierno de México, con el objetivo de dar seguimiento técnico a esta obra, supervisando de cerca los avances para garantizar espacios dignos y funcionales que beneficien a locatarios y visitantes”, fue lo informado hace seis días por el ayuntamiento en sus redes sociales.
Algunos locatarios esperaban que la obra a cargo de la Sedatu les fuera entregada el 30 de septiembre, como lo había prometido la dependencia que estuvo a cargo de Román Meyer, aunque también dudaban de su terminación para esa fecha porque se habían enterado que de los 650 locales a construir aún faltaban unos 80 para entonces. La nueva fecha esperada fue el 31 de octubre, pero tampoco se cumplió la promesa sobre una obra para la que él gobierno federal ha señalado una inversión de 220 millones de pesos.
En el programa anual de obras, el municipio también incluyó la propuesta de terminar esta obra federal y para la cual se estima una inversión de 60 millones de pesos (adicionales a los 220 que reportó Sedatu y los 20 que ha aportado el municipio).
“Esa va a ser una inversión con la Federación, hay que acabar ese mercado”, apuntó el pasado 6 de abril el presidente municipal, Raymundo Chagoya Villanueva.