En Santiago Pinotepa Nacional, una llamada anónima contribuyó al rescate de una joven mujer que sufría de maltrato y abuso sexual al lado de un presunto vendedor de drogas.
De acuerdo con vecinos, en una vivienda, en el barrio El Dispensario, a dos cuadras del preescolar Ángeles Peralta, solían verse acciones sospechosas de jóvenes, incluso se escuchaban gritos de mujer.
La queja la hicieron pobladores a los policías de la comandancia del 9º sector de esta ciudad cuando éstos se disponían a realizar un operativo en la periferia. Caía la noche, cuando los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca se movilizaron al domicilio señalado.
“Eran varias patrullas, llegaban en varias direcciones, decenas de azules bajaron de las camionetas y como que cortaban cartuchos”, narra un chamaco que asustado se subió a su bicicleta y puso tierra de por medio.
De acuerdo con policías, al notarse la presencia policiaca, en una ventana transparente se asomó una joven que comenzó a pedir auxilio.
“Tomando las medidas de seguridad pertinentes, nos acercamos a la puerta con el fin de auxiliar a la joven, de quien poco después supimos tenía 19 años de edad, misma que manifestó que su pareja sentimental la mantenía privada de su libertad ya que abusaba física y sexualmente de ella”, asentó en su reporte un comandante que estuvo al frente del rescate.
Otro elemento, de chaleco antibala, pistola a la altura de las piernas y fusil en posición de tiro, narró en cuanto vino la calma que la joven mostró su brazo derecho enyesado, debido a una fractura causada por el maltrato del hombre con quien vivía.
El presunto responsable de las agresiones de la joven, en esos momentos llegó a bordo de una motocicleta, color roja con negro. La joven al sentirse protegida, señaló inmediatamente al motociclista como el mismo que la mantenía violentada.
De un momento a otro, el motorista se vio rodeado de policías empecherados, quienes se percataron que el sospechoso arrojó unas bolsas al suelo.
Al ser entrevistada, esta persona dijo llamarse Ermes Édwind, de 27 años de edad.
Al recoger las bolsas que arrojó Ermes, los oficiales certificaron que contenía 32 cartuchos percutidos calibre 32mm, cuatro bolsitas conteniendo hierba seca con las características propias de la marihuana y 29 bolsitas con polvo blanco con características propias de la cocaína.
Con este material asegurado y el señalamiento de la mujer, el motociclista y el vehículo marca Italika, sin placas de circulación fueron trasladados ante un fiscal en turno.
“Se le hicieron saber sus derechos, tan pronto se le notificó de que sería detenido”, relató uno de los representantes de la ley que se encargó del traslado
