Cada año las condiciones políticas, económicas y sociales cambian y por eso se necesita buscar un equilibrio en el desarrollo de la ciudad, que siga siendo una ciudad compacta ya que en los últimos 30 años se expandió a un ritmo 15 veces mayor de lo que venía creciendo.
En el marco del 487 aniversario de la ciudad de Oaxaca de Juárez, el mejor camino para enfrentar los retos que enfrenta la capital es la educación, crear una verdadera conciencia entre los oaxaqueños que permita atender todos y cada uno de sus problemas con políticas públicas eficientes pero también con una intensa participación de la sociedad.
Gerardo Virgilio López Nogales, director de la Casa de la Ciudad, insistió que se debe mantener un equilibrio de crecimiento que permita oportunidades en trabajo, en estudios, en oportunidades para todos, mantener una intensa vida económica con políticas públicas pero con una participación activa de la sociedad.
Tras aceptar que nadie podrá resolver estos retos de manera individual, dijo que la suma de voluntades y trabajo en equipo gobierno-sociedad podrá se alcanzar el equilibrio en el desarrollo de la ciudad.
En tanto, Esteban Sanjuan Maldonado, director del teatro “Macedonio Alcalá”, resaltó la trascendencia de sentar las bases para desarrollar un programa integral centrado en el ciudadano y orientado a satisfacer sus necesidades de movilidad, con especial atención en grupos vulnerables, incorporando la opinión de especialistas y agentes sociales con capacidad para promover la calidad y la equidad del transporte y la vialidad.
Dijo que las acciones de movilidad contribuirán a mejorar la calidad de vida de la población, garantizar su seguridad, proteger el medio ambiente, mejorar la imagen de la ciudad y promover una sociedad democrática, participativa, igualitaria e inclusiva.
Coincidieron que la ciudad es plural y necesita manifestarse para ser escuchada, pero la única solución a largo plazo para cuidar y protegerla es la educación, realizar intensas campañas de concientización para reconocer el grave daño que se causa cuando se realizan pintas a nuestros monumentos históricos.
