Para Víctor Manuel Mendoza García, urbanista de la Casa de la Ciudad, los parquímetros resultarían viables en la capital, siempre y cuando se acompañen de un proyecto integral de movilidad.
“Los parquímetros más que nada es un sistema de control, más allá de verlo como un sistema de recaudación de fondos, en lo particular no creo que sea algo bueno ni malo, simplemente hay que saber cómo utilizarlo, la particularidad de la ciudad, específicamente el Centro Histórico es que está hecho a otra escala a una más compacta y más pequeña que es a escala del peatón o humana”.
Explicó que ante esta situación existen muchas ciudades en el mundo que restringen el acceso de los automóviles en sus centros históricos, “porque no están hechos para recibir una gran carga de vehículo, el problema que tenemos ahora es el conocimiento de las personas que están en las administraciones públicas, tienen un paradigma de que los vehículos tienen que circular a altas velocidades para evitar el tránsito vehicular y eso nos incentiva que hagamos o queramos hacer calles con características ex urbanas como las súper carreteras”.
“Eso funciona en una calle ex urbana para tratar de llegar a una calle a otra más rápido porque son distancias largas, pero no en un Centro Histórico, lo que necesitamos en estos pequeños espacios es mover a una mayor cantidad de personas en lugar de mover a un mayor número de vehículos, desde esa perspectiva, un dispositivo de control de vehículos como los parquímetros no es tan mala porque lo que está haciendo es controlar el acceso de vehículos”.
El especialista expuso que uno de los puntos negativos “sería que no venga acompañado a lo mejor de otros programas, si van a implementar algo que va limitar el acceso de los vehículos al Centro Histórico, lo que necesitaríamos ahora es proveer un modo de movilidad diferente como un transporte que se adapte a las necesidades del centro de la ciudad”.
“Este sistema de movilidad pudiera ser la implementación de un microbús pequeño, así como sistemas de ciclovías o el uso de vehículos pequeños de transporte confinado o colectivos que se adapten a las necesidades de los centros históricos”.
Por ello, destacó que “desde ese punto de vista, sí viene acompañado también de otros factores como cultura vial, una mejor normativa y ofrecer alternativas de transporte, un dispositivo de estos como los parquímetros no tendría ningún inconveniente”.
Mendoza García expuso que otra de las alternativas es limitar o generar proyectos para que la vía pública se vuelva equitativa. “Lo que funcionaría es cambiar la dinámica y la gestión que existe en la calle con nuevos diseños en las banquetas para que en lugar de que todo sea para que se estacionen unidades de motor, dejar solamente entre 4 a 5 cajones para restringir el acceso de vehículos en el Centro Histórico y para garantizar la funcionalidad de los parquímetros se tendría primero que realizar un estudio válido y conciso”, apuntó.
