La obesidad y el sobrepeso son dos de las enfermedades que afectan al menos 28 de cada 100 infantes de entre cero y 11 años de edad en el estado de Oaxaca. Aunque la proporción aumenta en localidades urbanas como la capital, según cifras que retoma el Secretariado Ejecutivo del Sistema Municipal de Protección Integral de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes (SESIMUPIDNNA).
En esta parte del estado, al menos unos 15 mil 302 menores de entre cero y nueve años padecen tales enfermedades; al igual que unos 8 mil 261 menores entre 11 y 14 años. Estas enfermedades, como señala el estudio Diagnóstico de situación actual de la niñez y adolescencia del municipio de Oaxaca de Juárez, están asociadas al sedentarismo.
COMIDA CHATARRA
Aunque a esta causa, la Organización Mundial de la Salud suma los cambios en la alimentación y dieta en el mundo, en las que hay una tendencia por “alimentos hipercalóricos con abundantes grasas y azúcares, pero con escasas vitaminas, minerales y micronutrientes saludables”. Es decir, se relaciona con el consumo de refrescos, jugos y comida chatarra, y frente a la que el congreso local aprobó ayer la prohibición para su venta a menores de edad.
LA VIGILANCIA
Sin embargo, frente a esta medida, en la que el estado de Oaxaca es pionero, la capital enfrenta el reto para la vigilancia de la misma, en dado caso de aplicarla tan pronto entre en vigencia tal prohibición.
Con un padrón de 69 inspectores municipales, sólo una decena está enfocada al comercio establecido. Lo que implicaría la revisión de miles de establecimientos de venta al por menor entre los casi 30 mil negocios de diversos giros que la Dirección de Economía estima en la capital. Asimismo, en caso de que inspectores del comercio en la vía pública se sumaran a la labor, serían 19 inspectores de este rubro frente a más de 3 mil 200 puestos, entre semifijos, fijos y ambulantes.
CONCIENTIZAR A PADRES DE FAMILIA
Junto a ello, el ayuntamiento iría con el reto de concientizar a sus más de 264 mil habitantes sobre la medida. Y es que incluso entre padres de familia hay opiniones encontradas al respecto de la prohibición de venta de bebidas y alimentos chatarra a menores (lo que no implica, en general, la venta de este tipo de productos en el estado).
Ciudadanos como Alejandro, padre de familia, ve benéfica esta prohibición, ya que el que los menores consuman estos productos afecta a su salud. “Los niños apenas están creciendo y deben de comer cosas sanas como frutas y verduras, todo natural; y si les das papitas y refrescos, pues imagínate si a nosotros los adultos nos hace daño a la larga, también a ellos”.
En cambio, Kenya, una madre de familia opinó que la medida es mala, pues “son niños y a cada rato les da hambre”.
