La conformación histórica de la ciudad de Oaxaca, su población, actividad económica preponderante, el número de vehículos de esta y otras poblaciones de la Zona Metropolitana de Oaxaca (ZMO), así como la falta de opciones de conectividad dentro de la urbe o con los demás municipios de la zona propician que a diario se presenten congestionamientos viales o tráfico. Y a ellos se suman algunos fenómenos sociales como los bloqueos u obras en vías, como las del circuito interior o la avenida Símbolos Patrios.
Víctor Manuel Mendoza García, coordinador de programas académicos y culturales de Casa de la Ciudad señala que en materia de movilidad los factores que inciden en el tráfico de esta “ciudad satélite” de la ZMO se deben a varios factores y no a uno solo, y que estos tienen que ver con un modelo de desarrollo económico “monocéntrico” o centralizado en la urbe.
El ser el lugar donde se apuesta por principalmente por el turismo, ha hecho que junto a los más de 270 mil habitantes, la ciudad tenga diariamente a una población flotante de varios municipios de la ZMO. Especialmente de aquellos que como la capital tienen los mayores números de habitantes: Santa Lucía del Camino (con poco más de 50 mil habitantes) y Santa Cruz Xoxocotlán (con alrededor de 100 mil).
La población “flotante”, aquella que por motivos de trabajo, educativos u otros se traslada dentro o hacia la capital, requiere de servicios de transporte o el uso de unidades particulares.
Al ser una zona metropolitana, la ciudad de Oaxaca está atrayendo a muchísima población flotante que no vive acá. Y la capacidad de la infraestructura que tiene la ciudad no está hecha para albergar a la zona metropolitana completa”, ahonda el especialista sobre la principal causa del congestionamiento vial en la capital.
Saturación de autos
Esto último deriva en la saturación o sobre población de vehículos en la capital, lo que sumado a las vialidades insuficientes propicia el tráfico y la pérdida de tiempo en este. Mendoza García aclara que aunque no está en contra del uso del automóvil, considera necesario cambiar la mentalidad de la sociedad. Y así dejar de pensar que “todo tiene que estar enfocado al auto y que la única manera de moverse es en un auto”, pues existen otros medios de transporte como la bicicleta.
Los dispositivos de tránsito (como topes, boyas viales, cruces pompeyanos u otros) en sí mismos no provocan la pérdida de tiempo, refuta el especialista, sino que abonan al congestionamiento dado ya por los otros factores.
Si se analiza que la Zona Metropolitana de Oaxaca es una ciudad chaparra, de tamaño medio, con una estructura en lo general de barrio, se entiende que las vialidades cuentan con un máximo de 3 a 4 carriles. Si a esto se suman concesiones irregulares y el transporte privado, se pueden deducir las razones por las que el sistema de movilidad en la zona metropolitana está colapsado”, se explica en la exposición “Radiografía Urbana de Oaxaca”, en curso en la Casa de la Ciudad.
Con base en datos de la Secretaría de Movilidad (Semovi), la Casa de la Ciudad registró la existencia de 28 empresas del transporte público urbano en la ZMO, mismas que operan 1,660 unidades, principalmente entre la capital y otros 13 municipios cercanos a esta.

Derecha: Gráficas.
Casi un millar de urbaneros
Sobre la operación de tales unidades, hay empresas cuya concesión ampara 330, 392 y 394 unidades (Choferes del Sur, Transportes Urbanos y Suburbanos de Guelatao y Transportes Urbanos de la Ciudad de Oaxaca, respectivamente). Eso sin contar con las cientos o miles de unidades del transporte colectivo en la modalidad de taxi, que no contempla este estudio sobre el transporte público de la ZMO.
Hasta el año 2021, la ciudad de Oaxaca y otros de los municipios con mayor número de habitantes del estado concentraba también el mayor parque vehicular en circulación. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la capital hay al menos 206 mil 59 vehículos de motor en circulación; 38 mil 65 en Santa Cruz Xoxocotlán y 23 mil 391 en Santa Lucía del Camino.
Si se compara con su población, en Oaxaca de Juárez existen al menos dos vehículos por cada habitante. Sin embargo, es a la capital oaxaqueña a donde llegan o por donde transitan diariamente miles de vehículos más que los que tiene el municipio.
Congestión vial
El Estudio Nacional del Costo de la Congestión: México 2018 (realizado por el Instituto Mexicano de la Competitividad y la red Sin Tráfico) señaló que entre las 32 ciudades del país con mayor actividad económica, Oaxaca de Juárez ocupó el lugar 23 por el costo de la congestión vial.
Hasta ese año, el tiempo perdido en el tráfico se estimó en 315 millones de pesos anuales. Por tipo de transporte (público o privado) los más afectados son los usuarios del transporte público, al representar más de 245 millones de pesos perdidos en la congestión si ese se hubiera aprovechado como tiempo productivo.
Por las horas en el tráfico, al año cada capitalino había perdido más de 36 horas al año, lo que ubicaba a la ciudad en el lugar 25 de entre las 32 analizadas.

Derecha: Colocar topes tiene su reglamentación.
Ley de Movilidad, la persona prioridad
En la nueva Ley General de Movilidad y Seguridad Vial vigente en el país, aunque pendiente por homologar por el congreso del estado), se remarca la prioridad en el uso y disposición de las vías. De manera general, explica que “la planeación, diseño e implementación de las políticas públicas, planes y programas en materia de movilidad deberán favorecer en todo momento a la persona, los grupos en situación de vulnerabilidad y sus necesidades”.
Asimismo, garantizar la prioridad en el uso y disposición de las vías según la jerarquía de la movilidad, que pone en primer lugar a las personas peatonas, después a las ciclistas y personas usuarias de vehículos no motorizados; enseguida a las usuarias y prestadoras del servicio de transporte público de pasajeros, luego a quienes prestan servicios de transporte y distribución de bienes y mercancías, y, finalmente, a las usuarias de vehículos motorizados particulares.
Aunque aclara que las autoridades de los tres órdenes definirán la prioridad para los servicios de emergencia en sus reglamentos respectivos.
Para la ciudad de Oaxaca, el reglamento de Vialidad del municipio señala en su artículo 40 que en la vía pública “tienen preferencia de paso los peatones, las ambulancias, vehículos de seguridad pública o vialidad y los vehículos del cuerpo de bomberos cuando circulen con la sirena abierta o con la torreta encendida, así como los convoyes militares”. Y subraya que “queda prohibido aprovechar de la situación para seguir a los vehículos de emergencia”.
Hay normas para colocar topes
Aunque se han pensado e incluso construido con fines preventivos, de reducción de velocidad en ciertas zonas o porque incluso en algunas colonias la velocidad de los vehículos ha propiciado accidentes, los topes no pueden ser construidos al margen de la normatividad o de la seguridad vial. Algo similar sucede con otros dispositivos de tránsito.
Manuel Chávez Núñez, fundador del Grupo Salvando Vidas Oaxaca, señala que en algunos casos los topes “los ponen por ocurrencia”, aunque reconoce que el motivo de los vecinos para construirlos está fundado, pues hay quienes argumentan que los colocan para evitar que los autos pasen rápido.
Pero hay normas para hacer un tope, debe tener al menos dos metros de distancia y con una altura de 10 centímetros y así se convierte en un reductor de velocidad”. Los que no cumplen estas medidas o las que determine la autoridad terminan siendo un problema y no una solución, subraya Chávez.
Fidel Vásquez Vargas, director de Movilidad de Oaxaca de Juárez, reafirma que para colocar un tope es necesario solicitar un dictamen ante esta área municipal.