Dos mujeres radicadas en la ciudad de Oaxaca denunciaron haber sido agredidas, violentadas y detenidas de manera arbitraria por policías estatales cuando ellas descansaban en el atrio del templo de La Merced, en el centro histórico. Esto luego de que los uniformados las acusaron de fumar en la vía pública.
Ante ello exigieron la destitución de los policías involucrados y sanciones a quienes como autoridades vulneraron sus derechos.
Sara y Alejandra, como se identifican en sus perfiles de Facebook, relataron que durante la mañana del 28 de noviembre acudieron a un espacio público (el atrio) cerca de sus domicilios, pero que al estar en él y mientras tocaban la jarana un grupo de cinco policías bajó “de manera violenta” de la patrulla.
Con armas largas y capuchas, los uniformados (entre ellos una mujer) las acusaron de fumar en la vía pública, pues las habían visto en esta situación “calles atrás”. Sin embargo, y ante el temor de la violencia policiaca, ambas documentaron el momento y expusieron sus conocimientos sobre el uso responsable de cannabis (mariguana) en la ciudad de Oaxaca.
De acuerdo con los fallos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y los análisis que la alcaldía de Oaxaca de Juárez ha hecho respecto al uso de mariguana, en la capital los policías no pueden ni deben criminalizar o agredir a las y los consumidores de cannabis. En todo caso solo podría hacer un llamado si la conducta molesta a terceros o afecta a la niñez.
Hasta el momento, y aunque se propuso declarar los parques y jardines como espacios libres de mariguana, el cabildo capitalino ha desechado tal declaración, al ser ambigua o porque incluso se considera prohibitoria, discriminante o ilegal.
Sin embargo, el caso de Sara y Alejandra reaviva el debate por la criminalización de personas consumidoras de cannabis, cuando estas lo hacen de manera responsable y sin violar las leyes.
En su caso, y según su relato y la transmisión en vivo que realizaron, no se encontraban fumando al momento de la llegada de los policías, pero estos las rodean, agreden y arrestan. Incluso, explicaron que les fue quitado el único teléfono celular que llevaban.
De acuerdo con las afectadas, ambas fueron trasladadas al cuartel de San Bartolo Coyotepec, donde nuevamente fueron agredidas por una mujer “quien ostentaba la autoridad en turno después de varias horas detenidas desconociendo nuestro estatus legal y delitos por los que habíamos sido detenidas”.
Alejandra y Sara explicaron que en ningún momento fueron “presentadas ante el juez”, además de que les fue negado el acompañamiento de algún defensor de derechos humanos o incluso para hacer una llamada telefónica.
En cambio, se les declaró “acreedoras a dos cargos y la sanción correspondiente en las insalubres celdas de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca”. Tras estar en las celdas, fueron integrantes del movimiento canábico Plantón 4:20 “quienes intervinieron” para liberarlas.
