El municipio de Oaxaca de Juárez suspendió este domingo el traslado de residuos sólidos hacia un sitio certificado de Puebla. Esto luego de que el gobernador de aquella entidad, Miguel Barbosa, dijo desconocer el asunto y ordenó investigarlo, además de advertir que impediría el ingreso de los desechos.
A lo mejor en los límites de Puebla y Oaxaca se está depositando la basura y de ser así lo vamos a impedir”, externó el gobernador el pasado viernes.
Hasta el sábado y obligada por la crisis sanitaria que atraviesa, la capital oaxaqueña había enviado y descargado 776 toneladas de desechos en Cholula, Puebla. El gasto por esta medida urgente ha alcanzado los 2 millones 76 mil 184 pesos.
Yo creo que hay una información insuficiente con el gobernador (Barbosa), él pensó que los residuos sólidos se habían depositado en algún lugar, a las orillas de la ciudad. No es así. Se depositaron en un lugar certificado, con una empresa certificada”, explicó el presidente municipal, Francisco Martínez Neri.
Por ahora, y en tanto el gobernador se informa para decidir sobre “la continuidad” del servicio, Martínez Neri señaló que se ha suspendido el traslado. En el caso de que Barbosa niegue más el acceso, se buscarán otros espacios para depositar los residuos de manera temporal, a la par de continuar en la búsqueda de “soluciones de fondo” al problema.

Al ser cuestionado sobre el tiradero que el municipio habilitó a orilla del río Atoyac, el concejal aclaró que es un “centro de transferencia” emergente. “Lo que tenemos que hacer ahí es actuar rápido para transferir. Ayer (sábado) hubiéramos querido vaciar toda esa parte, pero se vino el problema de lo de Puebla y preferimos dejar ese asunto”, ahondó el concejal.
Para este “tiradero temporal” o “centro de transferencia” a orillas del Atoyac, Martínez Neri expuso que hay acuerdos con el gobierno estatal. Aunque hay una sentencia que obliga a sanear este río y el Salado, que reconoció debe cumplir el municipio, el uso de las riberas del río es una solución inmediata al problema de la basura, en tanto se encuentran otras soluciones a una crisis por la que se ha solicitado una declaratoria de emergencia sanitaria.
El “centro de transferencia” emergente del municipio está a pocos metros del que usan recolectores particulares adheridos a la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM).
Hasta ayer aún no se había concretado la compra del terreno para el nuevo relleno sanitario. Además de que se mantenía el conflicto con San Pablo Etla, que el pasado lunes impuso una multa de 5 millones de pesos a la capital por afectar su soberanía y por intentar descargar residuos orgánicos en un predio particular, donde se pretendían hacer composta. Por el problema siguen retenidas 9 unidades.