Juan José Consejo, integrante del Foro Oaxaqueño del Agua (FOA) y del Observatorio Ciudadano Comunitario del Agua y Medio Ambiente de los Valles Centrales de Oaxaca, señala que, aunque las autoridades estatales han anunciado diversas medidas para enfrentar la crisis hídrica en el estado, principalmente en la zona metropolitana, aún se desconocen o no se han planteado las soluciones de fondo al problema.
Estamos en una permanente crisis hídrica, explica el activista sobre una condición que en la zona de del estado afecta principalmente a la ciudad de Oaxaca, donde habitan más de 270 mil personas y a la que en temporadas turísticas llegan miles de visitantes diarios.
Actualmente estamos en “el principio de la época de secas”, dice Consejo Dueñas sobre los meses más críticos que se espera desde el inicio del estiaje en noviembre y su conclusión hasta mayo o junio con las primeras lluvias.
El año pasado, “aunque llovió un poquito más no alcanzaron a recargarse los mantos acuíferos”, explica el activista sobre precipitaciones que propicien una relativa “condición normal, si así se le puede llamar porque cada vez estamos en condiciones críticas permanentes”.
Los grandes temas que solucionarían de raíz este problema todavía no se abordan, subraya. Por ejemplo, el poner límites al desarrollo urbano para disminuir la presión sobre las zonas adyacentes a las zonas de recarga de agua, el impulso a la cosecha de lluvia, la eficiencia en el uso y limpieza y uso del agua sucia, la reparación de las redes de agua potable.
“Las soluciones todavía no sabemos cómo se van a abordar”, señala, pues hasta ahora los anuncios del gobierno estatal son, por ejemplo, el retomar la construcción de la presa de Paso Ancho y que recientemente renombró Margarita Maza.
“Según nos indican no solo es un cambio de nombre porque Paso Ancho estaba muy desacreditado sino creo que el proyecto se está reconfigurando”, cuenta Juan José, al tiempo de apuntar que justamente falta información clara y concreta sobre el proyecto que es parte del Plan Nacional Hídrico. En 2014, durante la administración de Gabino Cué, el proyecto fue clausurado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) “por no contar con autorización de cambio de uso de suelo en terrenos forestales que otorga la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)”.
El pasado 17 de marzo, el gobierno estatal que encabeza Salomón Jara anunció el cambio de nombre del proyecto y que sí construcción iniciará en agosto y se prevé concluir en dos años.