En medio de las fiestas de “Julio, mes de la Guelaguetza”, por las que la ciudad de Oaxaca alcanzó una ocupación hotelera del 92.8 por ciento del 14 al 24 de julio, las crisis de la basura y del agua se han impuesto.
En diversos comercios y hoteles del centro histórico, una de las zonas más concurridas en esta temporada, se ha observado el tránsito de varias pipas particulares que tanto hoteles como cafés, restaurantes y otros establecimientos tienen que adquirir para garantizar la demanda de sus clientes y huéspedes. Mientras que en las colonias y principalmente en las agencias los suministros han llegado a ser cada 25 días o más.
Pero como la falta de agua, también se observa una mayor generación de residuos que terminan en papeleras a veces insuficientes ante la gran afluencia, a pesar de que empleados de barrido y recolección del municipio pasan constantemente. En otros casos, los cestos de carrizo colocados en la calle Macedonio Alcalá, así como en el zócalo de la ciudad, no son utilizados de manera correcta.
En poco más de una semana y aunque junto a los cestos se pusieron carteles para indicar el tipo de basura a depositar en cada uno (orgánica e inorgánica), una parte de la población local y visitante tiende a arrojarla de manera indistinta.
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Por esta temporada, el ayuntamiento ha calculado que desde el 16 de julio y al menos en lo que resta del mes la generación de basura aumenta en un 40 por ciento. De las 250 toneladas recolectadas diariamente se ha alcanzado un promedio de 350. Y esto ha impactado más una crisis por la falta de un relleno sanitario, la que estalló octubre con el cierre del tiradero ubicado en Zaachila.
En cuanto a la carencia de agua potable, el último reporte de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (SOAPA) señaló que para abastecer a los más de 80 mil usuarios, principalmente en la ciudad de Oaxaca, se disponen de 280 litros por segundo. Pero el ideal para este municipio y las zonas de los otros nueve en los que opera, se requieren de 1,100 litros por segundo.
Esto ha llevado a que el suministro se otorgue cada 25 días y las zonas más afectadas sigan siendo las de las partes altas de la capital. Además de obligar al organismo estatal a implementar un plan temporal de abastecimiento de agua en “zonas vulnerables”, como el Fraccionamiento Montoya.
Transporte y fiestas, con opiniones divididas
Además de los servicios básicos en la ciudad, tanto habitantes como turistas han percibido otras problemáticas durante las fiestas de Julio, mes de la Guelaguetza.
Para Iris, una turista proveniente de Putla Villa de Guerrero, el transporte gratuito implementado para las fiestas de Guelaguetza ha mejorado respecto a otros años. Sin embargo, en cuanto al servicio de taxis, considera que este ha aumentado sus precios.
Ella, quien por varios años ha venido a la capital para estas fiestas, relata que para ir a la zona arqueológica de Monte Albán tuvo que pagar 350 pesos, mientras que para transportarse del zócalo al auditorio Guelaguetza le cobraron 80 pesos.
José Manuel Lira, habitante originario de esta ciudad, relata que aun con la crisis ha tratado de disfrutar de las fiestas. “Estamos conscientes de ello”, dice, además de opinar que en la programación y realización de las fiestas ha habido “improvisaciones”, como el que el toldo para el espectáculo de “Oaxaqueñísimas” se estaba cayendo en el zócalo de la ciudad.
