Con un estimado de 550 toneladas que se recolectaban en promedio al día o de las 300 que ha llegado a calcular con su programa de separación de residuos, el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez se ha propuesto reducir en lo más posible su generación de residuos, aunque reconoce que es un reto complejo.
En medio de la crisis de la basura, que estalló el 8 de octubre con el cierre de su tiradero municipal y ante la falta de otro para suplirlo, la administración se ha propuesto implementar el modelo de basura cero con apoyo de diversas instituciones de investigación del país.
Elsa Ortiz Rodríguez, secretaria de Medio Ambiente y Cambio Climático del municipio, explicó que es un modelo basado en un “sinnúmero de procedimientos para establecerse y se lleva su tiempo”, lo que implicará varios años pensando en todo el ámbito municipal. Pero que por ello se inició en la estructura municipal, con el personal de las oficinas centrales (palacio municipal) y luego a las demás oficinas.
En una segunda etapa, la funcionaria detalló que se abarcarán las instituciones educativas, aunque esto también requerirá de todo lo que resta de la administración municipal, es decir, al finalizar el 2024.
Con esto, se pretende que el municipio obtenga su certificación y así ser la séptima ciudad del país con este modelo.
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En esta apuesta, se trabajará de la mano de instituciones como el Consejo de Ciencia y Tecnología, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua.
A decir de Ortiz Rodríguez, se espera que no sólo se quede en la certificación sino el programa traspase las gestiones municipales. Sin embargo, explica que en lo que queda de la actual administración que preside Francisco Martínez Neri se reduzca lo más posible la generación de residuos a través de campañas de concientización, reducción, reciclaje, reutilización y otras acciones.
Así, del 100 por ciento, el 20 sea sobre lo cual se decida qué hacer, por ejemplo, si se llevará a sitios de disposición final o aún hay algo aprovechable. A raíz de la crisis, Ortiz ahondó que una parte de los residuos (los orgánicos) ya se aprovechan para producir abono, pero se necesitan más acciones y un terreno para poder tratar los desechos, especialmente ante los problemas por hallar uno para la planta tratadora que se ha propuesto el gobierno estatal.
Hasta 2019 el Instituto Nacional de Estadística de Estadística y Geografía (INEGI) calculaba que de la ciudad de Oaxaca se llevaban diariamente 550 toneladas de desechos (mezclados) al tiradero de Zaachila. Para 2020, el instituto estimaba que eran 476. Pero de acuerdo con Abelardo Ruiz, coordinador del programa de separación de residuos, al día se recolectan 300 toneladas y esta cifra se basa en los viajes hechos a centros certificados de disposición final fuera del estado.
