A raíz de la investigación iniciada por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) por los múltiples hechos de abuso, hostigamiento y violencia que ejercen inspectores municipales en contra de personas en vulnerabilidad y del llamado que hizo al ayuntamiento, el municipio de Oaxaca de Juárez respondió que ha abierto un expediente del último caso ocurrido el pasado miércoles en la calle de Xicoténcatl. Además de que “se enviará un informe pormenorizado del seguimiento de los casos” al organismo defensor.
Sin embargo, no respondió si indagará los demás casos y si acatará el exhorto del organismo para generar protocolos con enfoque en derechos humanos para sus operativos.
Aunque dijo lamentar el último “incidente” y que “nada justifica el uso de gestos o actos que puedan interpretarse como indebidos o intimidatorios por parte del personal municipal”, también argumentó que el caso ocurrió durante el programa Miércoles sin comercio en vía pública y que ya se había apercibido al vendedor en varias ocasiones por incumplir la normativa.
Por ejemplo, el pasado 28 de mayo, un grupo de prestadores y promotores de servicios turísticos bloqueó algunas calles del centro histórico para denunciar que en múltiples ocasiones han sido víctimas de hostigamiento y de agresiones físicas y verbales, así como del uso de gas pimienta, por parte de inspectores municipales, ahora llamados defensores.
Antes, en abril, una bailarina de Hula Hoops, que suele presentarse frente al templo de Santo Domingo, también denunció públicamente a los inspectores por robarle sus instrumentos de trabajo.