Quinta Las Águilas, campo de batalla de autos y los baches
Conductores sortean hoyancos convertidos en minas para evitar accidentes y daños a vehículos
Repleta de baches que prácticamente han dejado sin pavimento varios metros, y que han aumentado con las lluvias, así se encuentra la avenida Quinta Las Águilas, en la agencia Candiani, Oaxaca de Juárez.
Debido al mal estado y abandono de esta vialidad, con las últimas lluvias se formaron encharcamientos que se extienden varios metros, haciendo que pasar por esta vía sea un reto para las y los conductores. Unidades de todos los tamaños se enfrentan a un paso que puede causar daños en sus unidades o afectar a terceros.
David es un operador de carga que trabaja en una tienda de autoservicio en Plaza Oaxaca, en el municipio de Oaxaca de Juárez.
Su trabajo le exige transitar en varios municipios de la zona metropolitana, con la temporada de lluvias, los obstáculos para entregar los pedidos de los clientes se han acentuado.
La carpeta es pavimento o cemento de mala calidad”, explica el conductor sobre cómo observa la mayoría de las calles en la capital y Xoxocotlán, pero principalmente esta última. A ello se suma la basura que las personas tiran en las calles, que desde su perspectiva sí afecta, pues al ser arrastrada tapa las coladeras y rejillas pluviales.
Sin embargo, apunta que una de las vialidades con mayores estragos es Quinta Las Águilas, en donde este sábado los conductores buscaban la manera de sortear los baches y charcos. Incluso si esto requiere subir a la banqueta, como lo hacían los motociclistas e incluso los ciclistas.
Hasta hace unos meses, previo a las lluvias, las y los conductores optaban por ingresar al estacionamiento de la plaza para evitar pasar por Quinta Las Águilas. Pero esto se acabó o disminuyó drásticamente luego de que la plaza decidió cercar su área.
David cuenta que la razón es que varios conductores iban a velocidades altas y propiciaban muchos riesgos para los peatones. Incluso recuerda que un automovilista impactó el auto estacionado de una clienta de la plaza.
Ahora, las y los conductores se ven obligados a pasar por la avenida.
