Acumula la ciudad 50 incendios en la temporada

Con al menos 50 incendios registrados desde noviembre de 2023, la ciudad de Oaxaca enfrenta un alto riesgo de que eventos como estos sigan aumentado, tanto por la falta de prevención como por las condiciones climatológicas, señaló la Dirección de Protección Civil Municipal.

Sin embargo, explicó que aun cuando existen factores naturales o condiciones que la hacen propensa a estos riesgos, la prevención es fundamental para evitar los siniestros, ya que la mayoría de las conflagraciones (principalmente en pastizales y hogares) se debe a la acción humana.

En enero de 2023 la dirección municipal de Protección Civil recibió y atendió reportes de 34 incendios. En lo que va de enero de este año ya se han registrado al menos 15 incendios, lo que sitúa al mes como uno en el que podría alcanzarse nuevamente la cifra.

El nivel de incidencia ha incrementado bastante y es algo que nos va a estar acompañando, pero que podemos reducir desde acciones como la separación de basura, el no sobre cargar los enchufes o no prender fuego si vivo en una zona casi en contacto con la montaña”, explicó Wendy Yomara Sánchez Hernández, integrante de la dirección.

También expuso que “en este año el fenómeno de La Niña nos va a regir, por ello vamos a tener temporadas muy secas y de escasa humedad y estamos muy vulnerables a que los incendios se vayan a presentar con mayor frecuencia”.

Javier Morales Ramírez, encargado de la guardia del área operativa de la dirección, detalló que la mayor parte de los incendios que se registran en la ciudad son en las riberas del río Atoyac, por la existencia de pastizales. Asimismo, los de casas-habitación se han presentado en las colonias de la parte alta de la agencia San Juan Chapultepec o en la colonia Monte Albán, en Mexicápam.

Además de la quema de pirotecnia, la causa más frecuente hasta el momento, el personal de la dirección señala que otras son por la quema de basura o descuidos dentro del hogar (en el caso de los siniestros en casas-habitación). En el caso de las riberas del Atoyac, se dan también por la actividad de personas en situación de calle que se resguardan en las cercanías del afluente.