Comedora comunitaria ayuukj alimenta a migrantes
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Comedora comunitaria ayuukj alimenta a migrantes

Iniciativas como la de la Comedora Comunitaria “Nkä´äymyujkëmë regalan comida a cientos de migrantes


Fotos: Lisbeth Mejía Reyes / La iniciativa de la Comedora Comunitaria, un alivio a los migrantes para quienes llegar a EU les va la vida
Fotos: Lisbeth Mejía Reyes / La iniciativa de la Comedora Comunitaria, un alivio a los migrantes para quienes llegar a EU les va la vida

Para Darla Gutiérrez y sus pequeños hijos, pasar por Colombia, Panamá, Costa Rica y otros países ha sido cuestión de días. Pero en México, migrantes como ella y sus tíos coinciden en que este ha sido el país donde más obstáculos encuentran por parte de las autoridades migratorias. A ella le ha tocado esperar más de una semana para salir de la ciudad de Oaxaca hacia Ciudad de México, con hambre, lluvias y la falta de un sitio adecuado para pernoctar que los exponen a varios riesgos.

El hambre ha sido constante para esta madre de 25 años de edad que, como miles de venezolanos, quiere llegar a Estados Unidos por la crisis de su país. Aunque en la capital le ha tocado conocer a personas que se solidarizan y le han dado albergue por algunos días, Darla, sus tíos y sus dos hijos también han sufrido el desprecio de otros.

Este jueves, sin embargo, conocieron un rostro amable de la población. Ella y decenas de migrantes refugiados bajo una de las paradas del City bus recibieron comida de parte de la Comedora Comunitaria Nkä´äymyujkëmë (“Comamos todxs”).

 

La estafa del paradero del Citybus al menos sirve de refugio a migrantes

 

Ante la falta de atención humanitaria por parte de autoridades, iniciativas como esta han salido para ofrecer alimentos a mujeres, infantes y hombres que en su tránsito hacia Estados Unidos arriban a la ciudad de Oaxaca y que duermen en pedazos de cartón y casas de campaña en esta zona de la ciudad, incluso bajo la lluvia de los últimos días.

La comedora, como ha nombrado Filadelfo Deciderio Aldaz a esta iniciativa, surgió en junio del 2021, primero en apoyo a personas en situación de vulnerabilidad por la pandemia de Covid-19. En los últimos meses se ha enfocado en la población migrante que hace de la ciudad de Oaxaca uno de los puntos con mayor flujo.

La principal labor del estado tendría que ser abrir espacios en contingencias o crisis humanitarias, dice Filadelfo, quien cuestiona el por qué ninguna autoridad de Oaxaca ha abierto albergues y comedores comunitarios para las y los migrantes.

Sl contrario, están cerrando; el COMI (Centro de orientación al migrante) lo cerraron y están abriendo intermitentemente”, ahonda sobe una crisis humanitaria por la que el gobierno estatal ha reconocido un aumento en el flujo migratorio en ciudades como Juchitán y Oaxaca de Juárez.

 

 Una labora colectiva

 

Ruth Díaz, Lizbeth Morales, Susana Narváez y Damián Gallardo se han sumado en diversos momentos a la comedora comunitaria que en las últimas semanas ha llevado alimento a infantes, mujeres y hombres de diversas nacionalidades. Para preparar los alimentos obtienen donativos o incluso costean parte de este y del transporte.

Frijoles, verduras, un guiado de lentejas, panes y ejotes han sido parte de los alimentos que con mucho amor han cocinado y ofrecido en esta parte de la ciudad que concentra a varias terminales de autobuses, algunas improvisadas sobre el periférico.

“Comamos todxs” es el lema y nombre de la iniciativa con la que personas como Filadelfo buscan mitigar el hambre de las familias que pasan por Oaxaca y que huyen de sus países no solo por la crisis económica sino las violencias.

Nos han dicho que por todo Sudamérica y Centroamérica el lugar más infernal que se han encontrado ha sido el de México”, cuenta Filadelfo sobre las experiencias que varios migrantes han compartido durante las noches en que reciben alimentos de la comedora.

 

Ha sido el narco que les desaparece a sus compañeros, ha sido la ciudadanía que al detectar que son migrantes les venden una torta en 70 u 80 pesos o venden más caros los boletos de autobús. Y la policía y el Instituto Nacional de Migración que se está portando más aberrante”, explica.


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