Con excepción de las temporadas altas de vacaciones en restaurantes de los portales de la capital la recuperación económica aún es incipiente a más de un año de la pandemia de Covid-19. Los ingresos han sido pocos desde que fue posible volver a ofrecer el servicio en los establecimientos y aún no se logran revertir las pérdidas por el cierre ni la inversión para retomar actividades.
Juan David Peláez, cajero y encargado del restaurante CasAndré, dice que por tratarse de un establecimiento ubicado en el centro de la ciudad la esperanza era que la economía se restableciera tras el retorno a las labores. Quizá no en su totalidad –aclara– pero sí con cifras alentadores. Sin embargo, reconoce que “fue mínimo lo que se incrementó”.
“Estamos levantando el establecimiento, y poco a poco ha mejorado la economía. Las vacaciones de diciembre y Semana Santa han sido las que nos han permitido levantar un poco más”, señala.
Las celebraciones como el Día de las Madres han significado un repunte de ventas, pero mínimo, pues ha sido del 10 o 15 por ciento. Peláez señala que las ganancias aún no son suficientes, pero al menos el restaurante puede sostenerse. La esperanza es que en diciembre próximo la situación se “arregle en su totalidad”.
En este, uno de los seis establecimientos que ofrecen alimentos y bebidas en los portales del zócalo capitalino, las mesas lucen vacías. Entre las 10 mesas, apenas dos tienen comensales; una de ellas, con un solo ocupante. En los demás restaurantes y cafés, la presencia de clientes es similar.
Para sobrellevar los primeros meses de reapertura, en este restaurante hubo muy poco personal en operación. Conforme aumentaban las ventas –explica Peláez– fueron agregando más empleados. “Así como han incrementado las ventas se ha contratado más personal y se ha invertido más”.
Aunque el estado lleva más de un mes en la clasificación de riesgo bajo de contagio de Covid-19 (semáforo verde), las medidas sanitarias se mantienen en restaurantes y diversos establecimientos con venta de alimentos y medidas.
En los restaurantes de los portales, como en el que labora Juan David, los letreros que recuerdan la sana distancia y la separación entre mesas se mantienen. Asimismo, el uso obligatorio de cubrebocas y otras medidas como los tapetes desinfectantes.