Bajas ventas “derriten” a las nieves oaxaqueñas
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Bajas ventas “derriten” a las nieves oaxaqueñas

Debido a la pandemia, la venta de nieves se fue a pique.


Bajas ventas “derriten” a las nieves oaxaqueñas | El Imparcial de Oaxaca

Thelma Ramírez es de la quinta generación de una familia dedicada a la producción y venta de nieves oaxaqueñas, desde las tradicionales de leche quemada y tuna hasta aquellas de mezcal o de chapulín. Pero la epidemia de Covid-19 amenaza el futuro de un oficio, el que como herencia se pasa a las nuevas generaciones en ocho casetas de esta parte de la capital.

Con la epidemia, Thlema y sus demás compañeros del Jardín Sócrates tuvieron que cerrar varios meses los puestos. Algunos retomaron labores en los últimos días de julio y los primeros de agosto, pero ella esperó hasta septiembre, pues las ventas entonces eran mínimas y se gastaba más en abrir que en mantener cerrado el puesto. El panorama de bajas ventas, dice, no ha cambiado mucho con excepción de diciembre, cuando notaron cierto repunte.

Desde 1982, el Jardín Sócrates concentra a las neverías de la capital, aquellas que estuvieron en el zócalo y después pasaron a la Plaza de la Danza. Pero a la falta de promoción, la tradición de las nieves sufre. Durante los meses que su local estuvo cerrado, Thelma optó por seguir produciendo y vendiendo en su casa, en San Francisco Tutla. 

“Como puede observar, estamos solos. Ha sido muy baja la evolución de las ventas de nieves. A veces solo recuperamos lo del hielo, por eso tampoco tenemos mucho personal”, cuenta Ramírez, quien como a la disminución de ventas se ha tenido que habituar a una nueva normalidad.

Establecidas en un espacio al aire libre, las neverías del jardín han sumado a su decoración y mobiliario carteles que recuerdan el uso obligatorio de cubrebocas, así como botellas de gel antibacterial e incluso jabón para el lavado de manos. 

“Es como un ritual; ya nos acostumbramos. Al principio nos costó un poquito de trabajo, pero ahora ya es normal”, dice Thlema sobre las medidas que tiene que seguir a la llegada o retirada de un cliente.

En esa normalidad también está la falta de apoyos gubernamentales y de promoción a su oficio y producto. “En ningún tríptico o lugar aparecen las nieves. No hay promoción; del zócalo para acá estamos olvidados y perdidos. La gente que llega lo hace porque les dijo un policía que sigan caminando y encontrarían las nieves”.