Negocios que sobreviven a la pandemia en Oaxaca, agonizan
Oaxaca
La Capital Los Municipios
El Imparcial del Istmo El Imparcial de la Costa El Imparcial de la Cuenca
Nacional Internacional Súper Deportivo Especiales Economía Estilo Arte y Cultura En Escena Salud Ecología Ciencia Tecnología Viral Policiaca Opinión

La Capital

Negocios que sobreviven a la pandemia en Oaxaca, agonizan

El ingreso que perciben por ventas está por debajo del 50% de lo que requieren


  • Negocios que sobreviven a la pandemia en Oaxaca, agonizan
  • Negocios que sobreviven a la pandemia en Oaxaca, agonizan

En comparación con otros estados del país, Oaxaca presenta, hasta el tercer trimestres de 2020, la proporción más baja de empresas que “murieron” (cerraron) en el contexto de la emergencia sanitaria de Covid-19, según datos del Inegi.

Sin embargo, las que sobreviven lo hacen en un estado de agonía, con ingresos que apenas alcanzan un 20 o 50 por ciento de lo que generaban antes de la pandemia, como confirman dirigentes de organismos empresariales en la entidad.

La Encuesta sobre el Impacto Generado por COVID-19 en las Empresas (ECOVID-IE segunda edición), señala que fue el estado de Quintana Roo en donde “se dio la mayor proporción de establecimientos que cerraron definitivamente (31.88%)”. En tanto, en Oaxaca cerraron el 13.70%.

Esther Merino Badiola, presidenta de la Alianza Empresarial y Comercial de Oaxaca, considera que si bien el estado cuenta con una gran proporción de empresas vivas, muchas de las que subsisten morirán en enero. Esto debido a la crisis que arrastran y la imposibilidad de seguir pagando rentas, salarios y servicios con ingresos nulos o mínimos. Incluso si llegaron a acuerdos con sus caseros y proveedores.

“Aun cuando se hayan pactado pagos del 50 por ciento (de rentas), no hay una reactivación. Estamos entre el 10, 15, 20 y, a quien les va súper bien, el 50 por ciento de ingresos”, subraya la empresaria.

Para Salvador López, presidente de la el presidente de la Canacope Oaxaca, la actividad turística de los últimos meses ha permitido algunos ingresos, pero “deja mucho que desear”. 

Estos meses han sido difíciles para todos, relata el representante de una cámara que antes de la Covid-19 aglutinaba a 280 agremiados, y entre los cuales 25 no retomaron operaciones desde julio, cuando comenzaron a levantarse algunas restricciones.

Por entonces, muchos comercios y empresas esperaban, si no ventas normales, sí altas, “pero no fue así. Ahorita el porcentaje de ventas promedio está en 20 por ciento (comparado con las mismas fechas del año pasado), y estuvieron en un 8 o 10 por ciento (en julio)”.

Sumado a las restricciones marcadas por el semáforo de riesgo epidemiológico, López considera que otro impacto vino con la cancelación de las fiestas de Guelaguetza.

Para diciembre, en un contexto donde se conjugan el llamado a seguir cuidándose y la “desobediencia” civil, espera que esta última propicie un repunte de ventas en la segunda quincena. “Ojalá venga turismo, sobre todo que ya abrió Monte Albán”.

En medio de ese ánimo, la empresaria Esther Merino Badiola guarda las esperanzas porque se mantengan las empresas y empleos para el siguiente semestre, aunque remarca la probabilidad de que muchos desaparezcan en enero. 

Y es que para la presidenta de una alianza empresarial, no solo hay afectaciones por pagos de rentas y servicios sino que carecemos de apoyos de parte de los gobiernos, en este caso de Oaxaca de Juárez. Este, refiere, se ha dedicado a hostigar a las empresas para que sigan las reglas.

“Estamos de acuerdo (con que vigilen), pero no puede ser posible que no tengan la empatía y solidaridad para comprender que el trabajo es una necesidad humana”.