Gobierno federal abandona al campo
La CNC aseguró que las promesas de campaña quedaron solo en buenas intenciones
A partir del desmantelamiento de los programas del Gobierno Federal se empezó el abandono del campo, lo cual coloca en precarias condiciones a los hombres y mujeres que aún cultivan la tierra.
La Confederación Nacional Campesina (CNC) aseguró que las promesas de campaña quedaron solo en buenas intenciones y se ha dejado de lado las aspiraciones de los campesinos de mejorar sus condiciones de bienestar.
De acuerdo con la Ley de Coordinación Fiscal, de cada peso que capten los gobiernos Federal, Estatal y Municipal deberá de aportar 70 centavos el Gobierno Federal y el resto, o sea 30 centavos, son de apoyo al campo mexicano.
Los gobiernos estatales y municipales cumplen con ese convenio, pero el Gobierno Federal evade esa responsabilidad de apoyar con 70 centavos al campo, por lo que de ese tamaño es el abandono en el agro mexicano.
En la actual administración se recortó al Programa Especial Concurrente por 2 mil millones de pesos; además existe un subejercicio de 13.3 mil millones pesos, un intermediarismo desmedido que propicia pérdidas al productor y alza en precios.
El dirigente Amando Bohórquez insistió en acudir al rescate del agro mexicano debido a que se encuentra en el abandono porque cada vez son menos las superficies que se cultivan, y la situación es más desesperante entre los jóvenes, ya que no quieren estar en el campo.
Admitió que la falta de empleo es algo preocupante, existen muchas tierras sin trabajar, “están muertas porque existe una brecha generacional que no está siguiendo el aprendizaje del campo”.
Aunado a ello, la migración de jóvenes campesinos a las ciudades se ha convertido en una preocupación que debe ser atendida cuanto antes para evitar que desaparezca la generación de herederos de las tierras.
Ante este panorama tan desolador, se debe buscar crear alternativas para reducir la migración de los jóvenes del campo, particularmente de los núcleos agrarios, no emigren a las grandes ciudades, como una respuesta a aminorar con ello el problema de la soberanía alimentaria que provoca el abandono de las tierras.
