Pide Iglesia no pisotear la dignidad de la mujer
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Pide Iglesia no pisotear la dignidad de la mujer

Debemos pedir por las mujeres buenas y generosas que han entregado su vida para realizar la nuestra” señaló el Arzobispo


Pide Iglesia no pisotear la dignidad de la mujer | El Imparcial de Oaxaca

Con un llamado a cuidar a la mujer, no pisotear su dignidad, ni su grandeza, el arzobispo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, dijo que hoy y siempre se debe procurar su felicidad, su seguridad, su integridad.

“Debemos pedir por las mujeres buenas y generosas que han entregado su vida para realizar la nuestra”, dijo durante la homilía dominical celebrada en el segundo domingo de Cuaresma en la Catedral Metropolitana.
Ante la comunidad católica, demandó comprender y valorar mutuamente para que exista una relación amable y positiva, colaborar juntos al servicio de vida y la familia.

También pidió por la mujer que es madre, que con dulzura, fortaleza, fe y valentía educa a sus hijos, valorar su quehacer y sus actividades, y ser felices con ellas y ellas sean felices con nosotros.

Leyó una oración escrita por monseñor Rodrigo Aguilar Martínez, obispo de San Cristóbal de las Casas, donde pide que “la mujer debe reconocer en la maternidad el florecimiento de su feminidad”.

“Te pedimos por la mujer que es hermana: que sea respetada y defendida por sus hermanos. Te pedimos por la mujer que es esposa: que sea reconocida, valorada y ayudada por su esposo, compañero fiel en la vida conyugal; que ella se respete y se dé a respetar, para vivir ambos la comunión de corazones y anhelos que se prolongan en la fecundidad de una nueva vida humana, participando así en la máxima obra de la creación: el ser humano”.

Pidió por las mujeres buenas y generosas que han entregado su vida para realizar la nuestra y por aquellas que se sienten solas, por las que no encuentran sentido a su vida.

Asimismo, por las marginadas y usadas como objeto de placer y de consumo; por las que han sido maltratadas y asesinadas. “Te pedimos, Padre bueno, por todos nosotros, varones o mujeres; que nos sepamos comprender, valorar y ayudar mutuamente, para que en la relación, amable y positiva, colaboremos juntos al servicio de la familia y de la vida”.

Insistió que los hijos necesitan de las caricias se sus padres, pero también los padres necesitan de las caricias de los hijos, no las nieguen.


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