Católicos celebran la Candelaria en Oaxaca
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Católicos celebran la Candelaria en Oaxaca

Católicos oaxaqueños acudieron este domingo a los templos, 40 días después del nacimiento de Jesús


Católicos celebran la Candelaria en Oaxaca | El Imparcial de Oaxaca

Fiel a la tradición, doña Isabel llegó puntual a Catedral para presentar a su “niño Dios”, ataviado con ropón y gorrito.

“Es una tradición y aquí vengo con mi familia para presentarlo y después nos vamos a la casa donde comeremos tamales”, expresó.

Debido a que en México se considera que las fiestas navideñas terminan realmente con La Candelaria, 40 días después del nacimiento de Jesús, cientos de oaxaqueños acudieron a los templos a presentar a sus Niños Dios.

La tradición del vestir al Niño Dios no hace parte de la liturgia de la Iglesia, pero sí es una tradición popular muy especial, y muy arraigada dentro de los mexicanos, siendo una manera de expresar el cariño a Jesús hecho Niño.

“Pero hay maneras de hacerlo, respetando lo que la imagen representa ya que es el Hijo de Dios”, indicó.

La Arquidiócesis de México informó que las imágenes han de ser bellas, dignas y tratadas con decoro, no son un juguete. La vestimenta debe ser digna y decorosa, y confeccionada finamente y con mucho cariño.

No es necesario cambiarle el vestido cada año, embelleciéndose o añadiéndole pequeños cambios cada vez. Como es un bebé, los vestidos de recién nacidos son los más dignos.

La celebración católica de La Candelaria tiene sus bases históricas en los textos de la biblia y la tradición de la Iglesia, donde posteriormente los mexicanos introdujeron mediante el sincretismo, una tradición propia.

A quienes tocó el “monito” en la rosca, que se come el días 6 de enero, compran tamales para sus allegados.

Los mexicanos evangelizados desde la conquista realizaron la entrega de tamales como parte de esta celebración para aquellos que les haya tocado el “monito”.

Esta festividad se remonta a la costumbre judía de presentar a los niños en el templo a los 40 días de su nacimiento, lo que propició en el cristianismo la celebración litúrgica de dicho acontecimiento tras la presentación del niño Jesús a los 40 días naturales después de la Navidad, correspondiendo precisamente al día 2 de febrero, según expresó el presbítero Leonel Larios.

Los tamales son alimento típico de todo México. Cuando se conmemoraba el inicio de la temporada de siembra, los aztecas realizaban diversos rituales en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl.

En estos rituales se servían productos elaborados con maíz -entre ellos los tamales- como ofrenda para los dioses.

De ahí la importancia para las ofrendas desde la época prehispánica, y su enorme valor como regalo para quienes lo reciben o lo preparan.
Durante la conquista de México por los españoles, los frailes se dieron a la tarea de evangelizar. Mezclaron las tradiciones prehispánicas y católicas, dando paso a ritos con características únicas como las que se dan durante el Día de la Candelaria y los tamales como parte de las festividades.

Es por esta razón, que a quienes le salga el “Niño de la Rosca” se convierten en padrinos y por ende deberán ofrecer una fiesta para levantar al niño del pesebre y por eso se ofrecen tamales.