Integrantes del pulpo camionero, encabezados por Fernando Marín y Sebastián Barrera, apoyados por choferes y cobradores, bloquearon las calles del municipio y dejaron sin servicio a más de 80 mil usuarios que utilizan ese medio de transporte.
La protesta fue para exigir al fiscal de la Agencia del Ministerio Público que no consigne al chófer Juan Primitivo, y al cobrador José Alejandro, del autobús 01 con ruta a Liverpool, quienes están presuntamente involucrados en el accidente donde murió el bebé de un año y cinco meses, Ian Santiago.
Los familiares del menor fallecido denunciaron a los concesionarios del transporte urbano por solapar a menores de edad para que conduzcan los camiones, todo para que les entreguen la cuenta de entre mil 500 y 2 mil 500 pesos diarios.
“Ya mataron a nuestro nieto y las autoridades no han hecho justicia para encarcelar al responsable de este homicidio que cometieron” expresaron los abuelos del pequeño Ian Santiago.
Los dos representantes del pulpo camionero, Sebastián Barrera y Fernando Marín, en todo momento se escudaron en decir que dejaran en “libertad” a dos inocentes que solo estaban siendo juzgados sin tener un sustento legal.
Sin embargo, en todo momento evadió su responsabilidad al cuestionarlos del porqué los autobuses del transporte urbano no cuentan con seguro para cubrir los daños en caso de un accidente o por atropellar a una persona y darle muerte.
Por su parte, los integrantes de la Cámara Nacional de Comercio hicieron un llamado enérgico al Fiscal General del Estado para que aplique la ley, ya que los transportistas han cometido una serie de desmanes y no han sido sancionados.
“Nadie puede estar por encima de la ley por lo que conminó a las autoridades correspondientes para que hagan valer el estado de derecho y se sancione a los responsables” dijo el presidente de la cámara empresarial Roberto López.
En tanto que representantes del comités de colonias urgieron retirar los urbanos chatarra que han estado enlutando hogares por su irresponsabilidad.
“Muchos de estos accidentes los han cometido jóvenes inexpertos que solo por aprender a manejar los contratan como chóferes y las consecuencias son fatales”, explicó el dirigente regional del MNE Carlos Zarate Benítez.
“Cuántos más muertes quieren las instancias reguladoras como Sevitra y Policía Estatal ver para que hagan algo y cumplan con su responsabilidad la cual tiene nombre y dirección”.
Reconoció que, pese a que Salina Cruz es ya una ciudad, tal parece que siguieran viviendo en una ranchería donde cualquiera hace lo que se le pegue la gana y no hay una autoridad que les ponga freno.
