De las más de 4 mil tumbas que se encuentran en el panteón Domingo de Ramos o Panteón Viejo de esta ciudad, al menos el 50 por ciento sufrió daños y se encuentra en el abandono.
Debido a la devastación que dejó el terremoto del 7 de septiembre, trabajadores del panteón señalan que a la fecha nadie se acuerda de los muertos, pues ahora la prioridad es reconstruir las viviendas colapsadas y recuperar la tranquilidad.
“El terremoto arrasó con todo, no respetó nada, más de la mitad de las tumbas tienen daños, algunas se abrieron y otras tienen fisuras”, señaló Jorge David Aquino Girón, encargado de la limpieza del panteón.
Los trabajadores municipales no han podido hacer mucho por las lápidas o casas que se derrumbaron dentro del camposanto; “los familiares no han venido siquiera a ver y si los movemos se pueden enojar”, comentó.
Explicó que desde el 7 de septiembre ha sido difícil retomar sus labores cotidianas, pues las réplicas en la zona del Istmo de Tehuantepec no han cesado. Al interior del panteón existe una enorme fuga de aguas negras y no se atenderá hasta que pase la emergencia.
“Probablemente se repare hasta el otro año porque ahora el 2 de noviembre, que es el Día de los Muertos, la gente lo celebrará en sus casas, casi nadie viene al panteón porque las veladas se llevan a cabo en las casas”, añadió.
A comparación con otros municipios de Oaxaca, la festividad de los muertos se lleva a cabo el Domingo de Ramos, en tanto el 2 de noviembre pasa desapercibido en el panteón.
En el panteón viejo de Juchitán descansan grandes personajes de la historia de este pueblo y del estado como el general Heliodoro Charis Castro, el mártir de la Revolución Adolfo C. Gurrión y Francisco Javier Sánchez Valdivieso, conocido como Pancho Nácar.
Además de compositores como Eustaquio Giménez Girón, Ángel Toledo, Saúl Martínez, Víctor Aquino “Víctor Man”, Pedro Rey Baxa, entre otros.
Ahora el panteón donde descansan estos juchitecos destacados, luce abandonado con serias afectaciones, la capilla principal está a punto de colapsar y aún no existe un programa para su rescate.
