Se impone la tradición a la contingencia

A pesar de los esfuerzos de la policía municipal por impedir la instalación de puestos en la periferia del panteón Domingo de Ramos, la tradición se impuso y las comerciantes de flores, veladoras, entre otros artículos se instalaron como de costumbre a una cuadra del camposanto.

Desde el pasado jueves, elementos de la policía municipal implementaron un operativo en el citado panteón, con el objetivo de disuadir a las personas que acudían a este lugar para señalar los lugares en donde instalarían expendios de bebidas embriagantes, dulces tradicionales y juegos infantiles.

Durante las primeras horas del domingo, algunos grupos intentaron cruzar el cerco policiaco para visitar las tumbas de sus familiares sepultados en el lugar, logrando ser contenidos, generándose algunos conatos de violencia en los diez puntos de seguridad instalados en la periferia del panteón.

Durante la mañana de ayer, los elementos policiacos fueron superados numéricamente, siendo obligados a negociar con los inconformes permitiéndoles el paso en grupos de diez durante un lapso de tanto solo diez minutos.

Alrededor del mediodía, fue imposible la contención de las personas que visitaban el panteón, por lo que a través de altavoces los mandos policiacos invitaron a las personas a hacer conciencia, pero fueron ignorados.

Durante el operativo policiaco la Comisaria de Seguridad Pública Municipal presentó dos unidades policiales, entre ellas una torre de posicionamiento táctico con la cual coordinaban la vigilancia entre los pasillos del panteón.

Las autoridades municipales anunciaron la presencia de elementos de la Guardia Nacional para reforzar el cerco policiaco, lo cual no sucedió por lo que las festividades del Domingo de Ramos se desarrollaron de manera normal.

A pesar de las indicaciones los visitantes ignoraron las advertencias y decretos gubernamentales, que promueven acciones preventivas para evitar la propagación de la pandemia del coronavirus.

Incitan a la ciudadanía a visitar el panteón

Por: Jesús Hernández

A través de equipos de sonido ubicados en colonias y secciones de la ciudad, se convocó a la ciudadanía en general a participar en los festejos del Domingo de Ramos a pesar de la cancelación ordenada por el cabildo municipal.

Los anuncios fueron adjudicados a grupos políticos ligados a la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI), en donde se destacaba que la prohibición municipal fue descartada gracias a los acuerdos tomados con el edil Emilio Montero Pérez.

Por lo anterior el edil emitió un comunicado en donde descartó todo tipo de acuerdos políticos, que permitan el ingreso de los juchitecos a los panteones municipales, argumentando que la salud del pueblo es lo primordial para su cabildo.

Ante los señalamientos vertidos en su contra en las redes sociales en donde se le acusó de ser el autor de los anuncios que convocaban a los ciudadanos a visitar los panteones, Alberto Reyna Figueroa, titular del Centro Coordinador del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) en el Istmo, se deslindó de manera tajante de las acusaciones, exigiendo a las autoridades municipales y a las encargadas de la impartición de justicia la investigación y esclarecimiento de los hechos en donde se pone en riesgo la salud pública.

Para evitar la concentración masiva de personas en el panteón municipal, las autoridades locales determinaron prohibir en definitiva el ingreso de los visitantes, ya que inicialmente se les permitió visitar las sepulturas de sus familiares por cortos periodos de tiempo.