El Papa Francisco fue trasladado al Hospital Universitario Gemelli, ubicado en la isla Tiberina de Roma, después de sentirse agotado durante una audiencia semanal. Este traslado se produjo luego de que el Sumo Pontífice, quien ha estado lidiando con una gripe leve en las últimas semanas, manifestara la necesidad de someterse a pruebas diagnósticas adicionales.
Francisco, de 86 años, llegó al hospital en un pequeño Fiat 500 de color blanco y, tras una breve visita, se retiró escoltado en el mismo vehículo. Durante la audiencia en el Vaticano, el Papa ingresó en una silla de ruedas, mostrando signos de cansancio, lo que contrastaba con su habitual movilidad. A pesar de haber cancelado algunos compromisos previos debido a su enfermedad, el Papa apareció el domingo pasado para bendecir a los fieles desde la ventana del Palacio Apostólico.
Es importante destacar que el Papa Francisco ha enfrentado diversos problemas de salud en los últimos años, incluyendo una cirugía de colon en 2021 y complicaciones relacionadas con un esguince en la rodilla. Estas dificultades físicas no han mermado su compromiso con su labor pastoral y su dedicación a las causas humanitarias y de paz, como lo demuestran sus palabras durante la audiencia del miércoles, donde recordó el aniversario de la Convención sobre la prohibición de minas antipersonales y expresó solidaridad con las víctimas de conflictos en Oriente Medio, Ucrania, Burkina Faso y Haití.
El Vaticano no ha proporcionado detalles específicos sobre el estado de salud actual del Papa Francisco, pero se espera que se emita un comunicado oficial pronto. Mientras tanto, se solicita respeto por la privacidad del Papa y se ruega por su pronta recuperación.