Las autoridades brasileñas han informado que al menos 76 personas han perdido la vida y otras 103 permanecen desaparecidas debido a las devastadoras inundaciones que azotan el sur del país. Estos trágicos sucesos, considerados como el peor desastre natural en la historia de la región, han afectado principalmente al estado de Rio Grande do Sul, donde se han reportado 75 muertes, y al vecino estado de Santa Catarina, que ha registrado un fallecimiento.
LA CATÁSTROFE
Las inundaciones han obligado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares, con un total de 88,019 habitantes desplazados que han buscado refugio en casas de familiares y amigos, así como en refugios públicos donde han encontrado alojamiento unas 16,609 personas.
En Rio Grande do Sul, uno de los estados más afectados, más de 400,000 hogares continúan sin energía eléctrica, y 115 municipios carecen de servicios de telefonía e internet. Además, las vías de comunicación se han visto gravemente afectadas, con 61 carreteras bloqueadas total o parcialmente debido al crecimiento de los ríos.
El río Guaíba, cuyas aguas han inundado el centro histórico de Porto Alegre, la capital regional con 1.3 millones de habitantes, ha alcanzado niveles récord, con una crecida de 5.33 centímetros, lo que ha llevado al cierre del aeropuerto internacional de la ciudad.
LULA REALIZA VISITA
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha visitado la región afectada para supervisar las labores de emergencia y coordinar la respuesta gubernamental. Se ha desplegado a un millar de militares para brindar apoyo en la zona.
Aunque las precipitaciones han disminuido durante el fin de semana, las autoridades advierten que se espera que las inundaciones continúen durante varios días más. Estos eventos climáticos extremos se han relacionado con el fenómeno de El Niño, que ha provocado un aumento de las precipitaciones en el sur de Brasil en el último año.
